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Necesitamos reconocer que la mujer dejó de ser estática

Daniel Francisco / Andrés Otero

Brenda Ríos presentó en la FIL de Guadalajara su libro Raras, ensayo sobre el amor, lo femenino y la voluntad creadora

En la mayoría de las antologías de narradores, ensayistas y poetas del siglo XX, menos del 10 por ciento son mujeres, lamenta la escritora Brenda Ríos.

“Tú decías: ‘¿qué estaban haciendo las señoras en esa época? ¿Estaban cocinando para los maridos escritores o cuidando a los hijos?’, y siempre ha habido escritoras, el problema es que uno las lee como de culto, piensa en Josefina Vicens, quien es prácticamente desconocida a pesar de que se siguen editando sus libros”.

Entrevistada por UNAM Global, refiere que se puso de moda el hablar del ser femenino y de los derechos de la mujer. “Me parece importante que tratemos de hacer un discurso que considere que las mujeres necesitan ser leídas, vistas, que vayamos al cine a ver películas de mujeres, que vayamos al museo a ver cuadros de mujeres. Necesitamos reconocer que la mujer dejó de ser estática hace mucho”.

Brenda Ríos es ensayista, poeta y traductora. Estudió la maestría en Letras Latinoamericanas en la UNAM. Indica que su libro “se llama Raras, ensayo sobre el amor, lo femenino y la voluntad creadora, editado por Turner. Es un libro que quise hacer a partir de la referencia Los Raros, texto donde Rubén Darío cuenta un poco de las personas que él admira, de los escritores y poetas que él admira, que son todos franceses del siglo XIX”.

Afirma que quiso hacer un homenaje a ciertas mujeres, “no todas son escritoras, están aquí incluidas Anaïs Nin, Andrea Arnold, la reguetonera Becky G, Elena Garro, Emily Dickinson, Chantal Maillard, María Zambrano. El abanico es muy amplio, entre poetas, filósofas, narradoras”.

En el texto no sólo se encuentran mujeres célebres, canónicas, “también escritoras jóvenes como Xel-Ha López, Bertha García, que son escritoras menores de 30 años que quizá dejen de escribir, no lo sabemos. Quise ponerlas en diálogo, ponerlas a conversar en un espacio común”.

Señala que todo mundo le pregunta qué tienen en común Anaïs Nin, Anne Sexton y Elena Garro. “Tienen en común que son mujeres que hicieron una obra a pesar de muchas circunstancias, independientemente de su contexto histórico, lograron trasponer muchas reglas, muchas convenciones para hacer un mundo muy personal. Algunas veces este sacrificio fue mayúsculo, y otras veces, el mismo contexto les favoreció”.

Precisa: “Me gusta que está reconociéndose el trabajo de las mujeres. Creo que sí hay un boom, si vas a las mesas de novedades de las editoriales aquí en la FIL hay muchos libros escritos por mujeres, y creo que también era justo y necesario. No hay tiempos para compensar lo que no se había hecho, tan sólo en el contexto mexicano el Fondo de Cultura recuperó la obra de mujeres importantísimas como Elena Garro, Inés Arredondo, Amparo Dávila”.

Brenda Ríos es autora del poemario Escenas del Jardín (Mantis editores, 2015); de los libros de ensayoEmpacados al vacío, ensayos sobre nada (Calygramma, 2013), Las canciones pop hacen pop en mí. Ensayos sobre lo ridículo, lo cotidiano, lo grotesco (IVEC, 2013), Del amor y otras cosas que se gastan por el uso. Ironía y silencio en la narrativa de Clarice Lispector (Tierra Adentro 2005); del cuento ilustrado para niños El vuelo de Francisca (Pehuén, 2011).

Actualmente, imparte talleres de escritura creativa y poesía en distintos espacios de la Ciudad de México.

Este material se comparte con autorización de UNAM Global

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