Las crecientes amenazas a líderes indígenas en la Amazonía peruana tras operativos de erradicación de cultivos de coca, son la señal más cruda de que quienes se oponen al avance del narcotráfico en la Amazonía enfrentan cada vez mayores riesgos.
Mediante un comunicado emitido el pasado 1 de julio, la Federación Nativa de Comunidades Kakataibos (FENACOKA), advirtió que varios de sus integrantes han sido blanco de la reciente espiral de violencia en los departamentos amazónicos de Ucayali y Huánuco, centro de Perú.
La Federación, que agrupa diversas comunidades indígenas asentadas en los departamentos amazónicos, señaló que líderes y comuneros Kakataibos han tenido que enfrentar intimidaciones y amenazas de muerte. Estos episodios de violencia se han exacerbado en la comunidad tras solicitar y apoyar los operativos de erradicación de cultivos de hoja de coca – materia prima para producir cocaína – desarrollados por las autoridades peruanas en sus territorios, según RPP Noticias.
A mediados de junio, un comunero indígena fue golpeado y amenazado de muerte por tres hombres armados, quienes le exigieron a la víctima informarles sobre la ubicación de algunos líderes que habían pedido a las autoridades peruanas erradicar cultivos de coca en la zona.
“Le tomaron una foto diciendo que ‘ahora conocen su cara’ y que si vuelve la ‘marina’ [a erradicar] lo iban a buscar para matarlo”, dice el comunicado.
Durante el mismo mes, otros tres comuneros de la comunidad Kakataibo también fueron víctimas de intimidación y amenazas por parte de grupos narcotraficantes que han invadido sus territorios. Incluso uno de ellos tuvo que abandonar la comunidad al temer por su seguridad.
En los últimos años, narcotraficantes han sembrado cultivos de coca a lo largo de toda la Amazonía, especialmente en territorios indígenas que son estratégicos por la falta de presencia estatal, y por su conexión con importantes puntos de tránsito de drogas, como Ecuador y Brasil.
Defensores del pueblo indígena Kakatibo denunciaron a inicios de julio amenazas y represalias por apoyar erradicación de cultivos. Foto: Manosunidas
Análisis de InSight Crime
Los recientes operativos de erradicación de cultivos de coca han puesto en peligro a comunidades indígenas y defensores de la Amazonía peruana que se oponen a la expansión de la hoja de coca en sus territorios.
Los territorios Kakataibo, al igual que los de otras comunidades a lo largo de la Amazonía – como Flor de Ucayali, o los Shipibo-Konibo asentados de sur a norte, desde Madre de Dios hasta Loreto – han sido invadidos en los últimos años por narcotraficantes. Allí, estos actores han sembrado cultivos de coca, construido pozas de maceración, y pistas de aterrizaje clandestinas, explicó a InSight Crime Magaly Ávila, directora del programa de gobernanza forestal para Proética, el capítulo peruano de Transparencia Internacional.
Desde que inició la pandemia de COVID-19 los asesinatos de defensores ambientales e indígenas alcanzaron niveles sin precedentes en la Amazonía de Perú. Casi 20 líderes han sido asesinados y un número incalculable más han sido amenazados, según una reciente investigación de InSight Crime. De estos, cuatro líderes pertenecían a la comunidad Kakataibo. Se trata de Arbildo Meléndez; Santiago Chota; Herasmo García; y Yenes Ríos.
Aunque las comunidades indígenas han sido tradicionalmente amenazadas por traficantes de tierras y madereros ilegales, durante un trabajo de campo en Perú, a finales de 2021, InSight Crime pudo corroborar que con la expansión del narcotráfico en la Amazonía en los últimos años, este ha pasado a ser uno de los motores principales detrás de esta violencia que acecha a los pueblos indígenas.
Desde 2019, los líderes Kakataibos solicitaron apoyo a las autoridades para erradicar la hoja de coca que narcotraficantes han sembrado en sus tierras sin su autorización, para luego convertirla en cocaína.
En un intento por frenar la expansión de los cultivos de uso ilícito en la Amazonía y como respuesta a las solicitudes de la comunidad, a mediados de junio de 2022 se iniciaron los operativos de erradicación forzada a lo largo del territorio Kakataibo. Especialmente alrededor de las cuencas de los ríos Aguaytia, San Alejandro y Sungaroyacu, según el comunicado de FENACOKA.
La erradicación en esta zona de la Amazonía representa un cambio en la mirada de las autoridades peruanas, pues, durante años, los esfuerzos antinarcóticos en Perú se habían centrado en el corazón de la industria de la cocaína del país, el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).
Las comunidades Kakataibo también han reconocido que la erradicación es un primer paso en la lucha contra el narcotráfico en la zona. Sin embargo, la falta de presencia estatal en la región los dejado aún más vulnerables a los ataques de redes criminales, a quienes no les conviene que los cultivos de coca sean arrasados.
“El problema es que no hay acompañamiento luego de la erradicación y las comunidades tienen miedo de las represalias de los narcos”, dijo Ávila. “Luego de la erradicación, las autoridades se van y las dejan con un problema mayor al que ya tenían”.
Publicado originalmente en InSight Crime