En una de las zonas más marginadas de la ciudad, niños y niñas del barrio La Pradera cantan contra la violencia y la discriminación.

Ciudad de México. Con el sueño de sensibilizar a su comunidad a través de la música y las artes para disminuir la violencia, la homofobia y promover la equidad de género, un grupo de artistas independientes llevan adelante un proyecto autogestivo de educación musical gratuita en el barrio de La Pradera, en la delegación Gustavo A. Madero, de la Ciudad de México.

“Con el proyecto de Expresión y Arte Aragón A.C. buscamos que en las calles de La Pradera no exista el acoso, que cuando se hable de nuestro barrio, se hable de sus artistas, de sus activistas, de sus creadores, que el arte promueva un cambio en las ideas de la gente y así podamos disminuir la violencia entre las personas de nuestra comunidad”, explica Rosalba Cruz López, cantante, directora musical, profesora de canto y tallerista en temas de derechos humanos.

San Juan de Aragón, la zona de la ciudad en la que Expresión y Arte imparte talleres de canto, guitarra, saxofón y percusiones a niños, niñas y adultos de escasos recursos, es una de las más conflictivas de la capital. Tan sólo en 2015 y 2016, Gustavo A. Madero estuvo entre las delegaciones con las más altas tasas de homicidios y mayor número de delitos como extorsión, robo vehículos y narcomenudeo.

José Luis Méndez Pérez, fundador y profesor de alientos, recuerda: “Creamos este proyecto en 2008, como respuesta a la falta de espacios formativos en el área de las artes en general”. La falta de un lugar adecuado para dar las clases no detuvo su ímpetu. “Salimos a las calles para impartir clases de saxofón y guitarra en espacios públicos como camellones, parques, plazas y banquetas de las colonias Pradera y Providencia, en la Ciudad de México y Vergel de Guadalupe, en el Estado de México, a niños y niñas que se encuentran en situación de desventaja socioeconómica, la cual no les permitía acceder a una formación complementaria”, explica el también saxofonista de Aura BluesBand.

El primer obstáculo al que se enfrentaron fue ganar la confianza de la comunidad. “Generalmente, cuando alguien llega a la comunidad a ofrecer servicios ‘gratuitos’, éstos en realidad nunca son gratis; el costo casi siempre es tratar de manipular su decisión electoral. Así que nos costó mucho tiempo y trabajo demostrar que nuestra intención era honesta y transparente”, rememora Rosalba Cruz. Posteriormente, cuando el grupo de músicos logró acaparar una matrícula más grande de estudiantes, se enfrentaron a la falta de instrumentos musicales para que se realizaran los talleres. Fue así como surgió la idea de incluir clases de canto y percusión corporal, que permitiría a los interesados participar en los talleres sin otro instrumento que su propio cuerpo.

Un reto constante, que aún persiste, es la falta de un espacio adecuado para impartir los talleres, “ya que representa un riesgo seguir trabajando en la calle con la matrícula con la que ahora contamos pues, además de que existen muchos factores externos que se convierten en distractores para el aprendizaje, condiciones que no podemos controlar -como el clima- nos impiden desarrollar nuestro trabajo e incluso se

pone en riesgo la salud de nuestros estudiantes.”, apunta José Luis Méndez Ontiveros, profesor de guitarra, solfeo y percusiones.

Por otra parte, la politización de los espacios públicos ha obstaculizado el trabajo de Expresión y Arte Aragón durante muchos años; en algunos periodos del año, les es imposible llevar a cabo sus programas en tiempo y forma debido a que las plazas y lugares donde desarrollan sus actividades son ocupadas para mítines y eventos políticos.

Es por esto que los integrantes de Expresión y Arte Aragón A.C. han optado por encontrar formas de auto financiamiento que van desde recibir apoyo de la propia comunidad en eventos culturales organizados dentro de su barrio u organizar campañas de recaudación de fondos, como la que están promoviendo actualmente en la página de Donadora. Con los recursos obtenidos de esta manera, buscarán rentar por un espacio adecuado para desarrollar los talleres y comprar más instrumentos e insumos para los saxofones y guitarras que ya tienen.

Más allá de la música

La formación de las alumnas y alumnos de Expresión y Arte Aragón está, además, íntimamente ligada a la reflexión de temas como violencia de género, homofobia, discriminación y racismo, los cuales se abordan a través de las canciones que aprenden en los talleres, lo que les ha permitido adquirir conocimientos y habilidades sociales que les convierten en agentes de cambio dentro de sus comunidades.

“Puedo construir un cerebro sin leer las instrucciones(…)” – Calle 13

Jacob Vázquez tiene 11 años, estudia quinto año de primaria y vive en La Pradera. Empezó a asistir a las clases de canto hace dos años y a partir de entonces no sólo ha hecho nuevos amigos y disfrutado al ritmo de la música de Calle 13, sino que ha encontrado una forma divertida de expresar sus sentires. “Es un proyecto muy bonito, donde puedes expresarte con la música, ya sea que estés triste o alegre. Por ejemplo, la canción que más me gusta cantar es Muerte en Hawaii, porque tiene un ritmo que me pone feliz(…) Además he aprendido sobre otros temas; tuvimos una clase de ciencia en la que conocí cómo son los cerebros de diferentes animales, y también aprendí cómo funciona un globo de cantolla, esa actividad la disfruté mucho”, comenta Jacob.

Para José Luis Méndez Pérez, quienes participan en los talleres de Expresión y Arte Aragón A.C. han adquirido conocimientos para desarrollar habilidades sociales y han mejorado su calidad de vida, lo que repercute positivamente en sus familias y en la comunidad. “El impacto de nuestro trabajo ha sido de tal importancia que dentro de las colonias en donde se desarrolla se ha logrado que los vecinos nos visualicen como una alternativa de educación musical, de formación humana y de crecimiento para la ciudadanía”, asegura el músico.

Ivonne Sánchez, madre de familia, coincide con Pérez Méndez. Ella tiene tres hijos; uno de ellos es Mercy, una niña que siempre tuvo ganas de ir a clases de música, pero, explica Ivonne, “nunca la pude llevar porque en todos lados donde preguntaba tenían un costo muy alto”. Cuando me enteré de que Rosalba daba clases de canto le pregunté si podía llevar a Mercy, me dijo que sí, y desde entonces la llevo y ella está muy

contenta. Antes mi hija era muy tímida y todo le daba pena; ahora es más sociable y está aprendiendo valores. Eso es lo que más me gusta de Expresión y Arte Aragón, que enseñan a los niños y niñas que todos somos iguales y tenemos derecho de expresar lo que pensamos”.

La persistencia y empeño de quienes lideran este proyecto, pero, sobre todo, el constante esfuerzo de los niños y niñas que acuden a clases, han logrado que Expresión y Arte Aragón tenga presentaciones en la Feria Internacional del Libro del Zócalo (2016), en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (2017), en la Casa del Lago de Chapultepec y en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, entre otros foros.

Además, artistas como la poetisa Natalia Toledo, el escritor y cuentacuentos Emilio Ángel Lomé, la chelista Natalia Pérez Torner y la artista de cabaret Leticia Pedrajo, han conocido y acompañado este proyecto de diversas maneras. “Esto nos motiva y alienta, hemos tenido la suerte de que diversos profesionistas, personas muy preparadas, se sumen y apoyen de manera voluntaria, dando talleres a los niños y niñas de Expresión y Arte”, explica Méndez Ontiveros.

“Hasta el momento nuestra mayor satisfacción es tener la confianza de las familias que nos conocen y asisten a nuestros talleres. Eso es invaluable. También nos hace sentir muy orgullosos que nuestros alumnos y alumnas estén rompiendo el estigma de ser delincuentes o ninis sólo por vivir en esta zona de la Ciudad de México. Verles tocar en las ferias del libro más importantes de nuestra ciudad, cantando sobre temas tan álgidos como la discriminación y la violencia hacia las mujeres nos ha dado una emoción indescriptible (…) Contra todo pronóstico ahí están, dedicando horas de su día a la música y a su formación humana.

Eso es tanto como decirle a todas las personas y estudios universitarios que nos han condenado al fracaso, a la farmacodependencia, a la delincuencia, a los embarazos precoces, etcétera, que no es cierto, que sí se puede crecer, sí se pueden hacer vidas mejores y nosotros lo estamos logrando, poquito a poquito”.

Los profesores de Expresión y Arte Aragón A.C., consideran que esta primera generación de niños y niñas que conforman el Ensamble Musical Infantil de la colonia Pradera, es como una primera célula sana con potencial de dar vida a otras iguales, y así empezar a logar cambios tangibles en su colonia. “Ahora, otras familias nos ven como una opción de formación, gracias a esa confianza que nos han dado nuestros alumnos y sus familias”, finaliza Rosalba Cruz.

Ligas

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Conoce cómo se desarrollan las clases de música en La Pradera