Una ley que prevé sancionar a los clientes de las trabajadoras sexuales fue aprobada ayer por el parlamento de Francia, donde las multas alcanzarán desde los mil 500 euros hasta 3 mil 500.
La medida fue propuesta por el actual presidente del país, Francois Hollande, durante su campaña electoral, lo que provocó que decenas de trabajadoras sexuales protestaran por la ley que afectará sus ingresos.
Según una diputada, con esta nueva norma se terminaría la idea de que una persona puede comprar el cuerpo de otra.
En Europa, todos los países castigan a los proxenetas con penas, pero sólo cinco multan además a los clientes de las trabajadoras sexuales, entre los que ahora se encuentra Francia.
Aproximadamente en el país hay entre 30 mil y 40 mil trabajadoras sexuales, que en su mayoría son extranjeras.
Con información de agencias