Fotos: La vía campesina
Alrededor de 600 mujeres ocuparon la sede de la empresa Nestlé en São Lourenço, región sur de Minas Gerais, Brasil, para denunciar la venta de las aguas a las corporaciones internacionales con la promoción del gobierno de Michel Temer, en el marco del Foro Mundial de las Aguas, en Brasilia.
Maria Gomes de Oliveira, de la dirección del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), aseguró que “hace falta mucho atrevimiento para organizar un foro internacional con el objetivo de comercializar nuestras reservas de agua” y que “ellos no están reunidos para discutir la gestión de nada, están promoviendo una verdadera subasta para vender el país a ‘precio de bananas’”.
“Imagínate siendo obligada a comprar botellas de agua a lo largo de todo el día para saciarte la sed. Nadie lo aguantaría. Y eso es lo que quieren las empresas que están reunidas en este exacto momento en aquel Foro”, dijo la dirigente.
La explotación del Acuífero Guaraní, que abarca Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, fue discutida por Temer y el presidente de Nestlé Paul Bulcke, pero con la victoria de los conservadores en Argentina y de los golpes de Estado que se promovieron en Paraguay y en Brasil, sólo Uruguay puede poner obstáculos a la privatización, explicó Oliveira. “Cuanto más se profundiza el golpe, más clara queda la influencia de los grandes grupos económicos sobre la política y su interés en explotar nuestras riquezas naturales”, agregó.
Desde 1994 Nestlé instaló una planta en Minas Gerais y desde entonces ha sido objeto de denuncias de parte de la población por la explotación del agua, pero el gobierno apoya a la corporación y permite la extracción de los recursos naturales.
“Nestlé se estableció aquí hace décadas y, desde entonces, promueve la explotación predatoria e, incluso, irregular. El agua es un bien común de la humanidad, defenderla es una cuestión de soberanía”, señaló la integrante del MST.