Euzkal Herria I Desinformémonos I El preso político vasco Kepa del Hoyo murió de un infarto este 31 de julio en la cárcel de Badajoz, a 703 kilómetros de su casa. Kepa del Hoyo fue detenido el 2 de febrero de 1998, acusado de pertenecer a ETA, y condenado después a una pena acumulada de 30 años de prisión por participar de distintas maneras en los atentados mortales contra dos policías españoles.
Cientos de personas han participado en las concentraciones convocadas para hoy en distintos puntos de Euskal Herria con motivo de la muerte de Kepa. El dirigente y ex preso político Arnaldo Otegi ha destacado que la muerte de Del Hoyo se ha producido tras “años de aislamiento, palizas, luchas y huelga de hambre”, por lo que denunció que “lo han matado”.
Con esta muerte suman ya 18 represaliados políticos vascos muertos en las cárceles desde 1981, sin olvidar a aquellos que han perdido la vida en prisión atenuada o al poco tiempo de recuperar la libertad. A esta lista se suman los hombres y mujeres que han muerto en las carreteras tratando de visitar a sus familiares presos. Estas vidas perdidas son consecuencia del alejamiento penitenciario, una política de excepción impuesta por los estados español y francés.
En Galdakao, de donde era originario Kepa, el Ayuntamiento reclamó “dejar atrás la actual política de dispersión penitenciaria y abordar una nueva situación acorde con el respeto de todos los derechos de presos y familiares”. También se exigió el traslado de los presos vascos a las prisiones más cercanas a su lugar de origen.
En Gipuzkoa, homenajearon a Kepa del Hoyo, preso político vasco fallecido el 31 de julio en la prisión. Convocadas por el Movimiento por la Amnistía contra la Represión se realizaron sendas concentraciones y marchas para homenajear al preso político vasco Kepa del Hoyo, quien falleciera en la cárcel de Badajoz. Kepa, de 46 años, se pasó los últimos 20 años en prisión y es otra de las tantas víctimas de la doble tortura que es la dispersión a cientos de kilómetros de su residencia original.