Roundup, el herbicida de glifosato de Monsanto, mata a todas las plantas que no tienen un gen que les permita soportar su efecto tóxico, entre ellas las asclepias, fuente de energía de las mariposas monarca.
Bill Nye, famoso divulgador de la ciencia, explica: “Hemos matado a las asclepias, y las asclepias son de lo que depende la mariposa monarca. Así que accidentalmente hemos diezmado la población de las mariposas monarca: la hemos reducido al 90 por ciento en dos décadas”.
Además de su belleza, las mariposas monarca, colorida migración que abarca el continente desde México hasta Canadá, tienen una importante función en el equilibrio de la naturaleza.
Aunado a ello, el Roundup atenta también contra los insectos polinizadores, como las abejas, quienes también se nutren del néctar de las asclepias. “La otra consecuencia colateral es la agricultura de monocultivo. Enormes áreas de un sólo tipo de planta hacen la vida muy difícil para las abejas como polinizadores. Tienen que ir ahí, usar ese único cultivo, y luego ya no hay nada que hacer. Y alguien las mete en un camión y las lleva a otro cultivo y simplemente están muy desgastadas, no pueden manejarlo”, señala Bill Nye.
Con información de Lado B