Ciudad de México | Desinformémonos. Elementos de la Guardia Nacional y el ejército replegaron con gases lacrimógenos a los pobladores de los municipios de La Grandeza y El Porvenir, en la Sierra Madre de Chiapas, que instalaron bloqueos para impedir la entrada de las fuerzas armadas, a quienes acusan de estar aliadas con el crimen organizado.
“Son vendidos”, aseguraron los pobladores de ambos municipios chiapanecos sobre los militares del del 101 Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional, que este lunes realizaron con violencia un operativo para capturar a presuntos “halcones” o informantes del narcotráfico.
Los habitantes de La Grandeza y El Porvenir sufrieron de intoxicaciones por los gases lacrimógenos que las fuerzas amadas lanzaron en su contra por no permitirles la entrada a sus localidades, pues reclamaron que el ejército debería desmantelar primero a los grupos del crimen organizado que operan en la zona controlada por los militares, antes que irrumpir en las comunidades que defienden sus territorios.
La captura de los presuntos informantes del narcotráfico, conocidos como “halcones” o “punteras”, provocó una trifulca entre pobladores y las fuerzas armadas en la zona. Horas después, el ejército liberó a los detenidos.
El operativo la noche de este lunes sucede una semana después de que el ejército y la Guardia Nacional irrumpieron en el ejido de Nueva América, tiraron gases lacrimógenos y amenazaron a los pobladores de los municipios de Chicomuselo, Socoltenango y La Concordia, luego de acusarlos de formar parte de los cárteles del narcotráfico que el pasado 15 de enero se enfrentaron en la región.
Por la violencia del crimen organizado y las fuerzas armadas, miles de familias fueron obligadas a desplazarse de sus comunidades en la región Sierra y Frontera de Chiapas, sin que las autoridades hayan brindado atención a la problemática.
A pesar de que la Fiscalía de Chiapas y el gobierno federal aseguran que la zona se encuentra en paz, los municipios de la Sierra y Frontera del estado están amenazados por los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa (CDS), en enfrentamiento por la disputa del territorio.