Tultitlán. Méx., 16 de mayo. Organizaciones no gubernamentales y al menos 200 indocumentados continuaron la caravana de protesta para exigir al gobierno federal que dé protección a los derechos humanos de los migrantes, pues las extorsiones, asaltos y secuestros van en aumento. Frente a la alcaldía local, pugnaron porque se construya un albergue con higiene para el alojamiento.
No más secuestros
y No somos criminales, somos trabajadores internacionales
, fueron algunas de las consignas de los manifestantes, quienes se concentraron frente a la Casa del Migrante San Juan Diego, ubicada en el número 15 de cerrada de La Cruz, colonia Lechería, y de ahí partieron a la alcaldía local.
Frente al palacio municipal de Tultitlán, los manifestantes exigieron al alcalde José Luis Pérez Cortés la liberación de un predio para reubicar dicho albergue, demanda a la que se sumaron grupos de vecinos, pero que, según autoridades locales, está detenida.
Los responsables de la Casa del Migrante solicitaron el pasado miércoles medidas cautelares urgentes a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante la falta de acción del gobierno para detener las amenazas.
Christian Rojas Pocasangre, director del albergue, señaló en entrevista que la situación que enfrentan las organizaciones de apoyo a migrantes rebasa sus posibilidades, y aunque en el mes que lleva de responsable del sitio no ha recibido amenazas directas, sabe que sus antecesores las padecieron, además de graves condiciones de violencia