La mala aplicación de políticas migratorias por parte del gobierno federal podrían obstaculizar el acceso a los procedimientos de regularización de las personas en tránsito por nuestro país, lo que llevaría a que cada vez más migrantes prefieran llegar a México de manera clandestina. Esto les hace más vulnerables a abusos, como la explotación laboral, e incluso al reclutamiento por parte de bandas criminales, advirtió la Mtra. Margarita Núñez Chaim, Coordinadora del Programa de Asuntos Migratorios (PRAMI) de la Universidad Iberoamericana (IBERO) Ciudad de México.

“Más que una política que permita el acceso a los derechos de las personas, es una política de contención”, criticó la académica.

Para la especialista en asuntos migratorios y derechos humanos, en México, a pesar de que se cuenta con leyes que protegen a las y los migrantes, éstas no se respetan ni se aplican, ya que todavía existen casos en los que empresas del sector privado, partidos políticos, y otros actores como el crimen organizado, se aprovechan de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran estas personas, haciendo cada vez más difícil tener control sobre esta situación.

Asimismo, denunció que el Instituto Nacional de Migración (INM) se encuentra en una condición dudosa, pues pareciera que cada vez obstaculizan más los procedimientos de regularización en temas de migración. Agregó que las medidas que está aplicando la actual administración únicamente fomentan un tránsito inseguro y riesgoso para las y los migrantes.

“Aunque el discurso oficial habla de promover una migración ordenada, segura y regular, la realidad es que en los hechos se está haciendo todo lo contrario al no garantizarles el acceso a documentos y a una regulación adecuada que les otorgue derechos básicos y fundamentales como el trabajo, salud y vivienda”.

Margarita Núñez, quien lleva más de 10 años trabajando con personas migrantes en México, agregó que el problema se complica cuando se solicita refugio a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), ya que al no estar capacitada para responder ante la enorme cantidad de solicitudes que recibe, el sistema se satura, ralentizando todos sus procesos.

“Esto hace que las personas tengan dos opciones, solicitar refugio y esperar tiempos prolongados a que les resuelvan su situación debido a la saturación que tiene la COMAR, o transitar a México de manera clandestina, pero más rápido”.

De acuerdo con la académica, las acciones que toma México son influenciadas en cierta medida por su vecino del norte, Estados Unidos, ya que el objetivo principal de la mayoría de migrantes es llegar a ese país por cualquier medio posible. Lamentó que México le siga la corriente a EU, pues a través de los años se ha demostrado que las políticas de contención migratoria no sirven, ya que están diseñadas para fracasar en términos de contener.

“Estas medidas de contención se implementan sabiendo que van a fracasar, el resultado no va a ser disminuir ni ayudar los flujos migratorios, ya que estos responden a factores estructurales mucho más profundos como la desigualdad, falta de oportunidades y violencia que existen en los países de origen”.

La defensora por los derechos humanos aseguró que la migración irregular va a continuar si no se aplican de manera correcta y accesible las políticas migratorias que tenemos en el país. Indicó que la migración como tal no es un problema, pues es fenómeno social, político y económico, se vuelve problema cuando no hay políticas adecuadas para atenderla.

“Deben existir políticas integrales, que garanticen los derechos fundamentales para todas las personas en el territorio nacional, no específicamente para migrantes, oportunidades como acceso al trabajo, a la salud, a la educación a nivel general y que de ahí implique, sin hacer distinción, si las personas son mexicanos o no mexicanas sino simplemente que viven en México”.

Publicado originalmente en la IBERO