México no tiene garantizado aún el abasto de maíz amarillo para este año y, como depende de las exportaciones de Estados Unidos, tendrá que adquirirlo a precios muy elevados que alterarán oferta y precio de maíz blanco destinado para consumo humano y la producción de tortillas, advirtieron Antonio de la Torre, dirigente de la Unión Nacional de Industriales de la Masa y la Tortilla (UNIMT), y Armando Sánchez Vargas, especialista en pobreza, cambio climático y productividad industrial, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
y como somos deficitarios en el amarillo, cuando este escasea y se encarece, entonces los productores pecuarios compran el blanco. No hay una ley que establezca que el blanco sólo es para consumo humano y se prohíba a los pecuarios usarlo para alimento de sus animales, así se dio la crisis de principios de sexenio, porque no somos autosuficientes. La reducción en la producción de granos en Estados Unidos
afectará de manera definitiva a México, ya vimos que los precios al consumidor subieron 8 puntos el mes pasado, y nuestra dependencia alimentaria agrava la situación, puntualizó a su vez el investigador Sánchez Vargas. Si bien aclaró que en 2007 y 2008 la situación era más grave que la actual debido a que existía escasez mundial de granos básicos y una sobredemanda de China e India, no descartó un incremento de la población en pobreza alimentaria, que afecta actualmente a 28 por ciento de los mexicanos.
Las sequías, dijo, se van a repetir cada vez más por el cambio climático y como México no se preparó como otros países para incrementar su producción, en los próximos años podemos tener aumentos de entre 5 y 10 por ciento de gente que va a caer en pobreza alimentaria, como ya ocurrió en años anteriores
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Faltan importaciones
Cada año México importa entre 7 y 10 toneladas de maíz amarillo para satisfacer la demanda nacional y aunque desde principio de año las empresas mexicanas hacen contratos adelantados con los productores de otros países, de Estados Unidos principalmente, para garantizar su abasto y protegerse contra eventuales alzas, no significa que todas puedan hacerlo así, que lo que falte por importarse será más caro, indicó a su vez Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Si bien Estados Unidos ya redujo el monto de las exportaciones de maíz para este año, en función de la caída de su producción por la sequía que afecta a más de 60 por ciento de su territorio, la controvertida venta de un millón y medio de toneladas de maíz a México, anunciada hace una semana, la cuarta más grande en la historia de ese país desde la década de los 80, se explica porque fue acordada en un contrato adelantado, mucho antes de que se reportaran los primeros estragos agrícolas por el clima, coincidieron Juan Carlos Anaya, Armando Sánchez Vargas y fuentes de empresas comercializadoras de maíz consultadas por este diario.
El director de GCMA afirmó que Estados Unidos sólo redujo entre tres y cuatro toneladas sus exportaciones para dejarlas en 40, de las cuales seguramente México compre 10 millones
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