foto: Ricardo Ruiz Cruz
La tortura y asesinato de Lucía Pérez en Argentina fue el desencadenante de las numerosas protestas que se sucedieron el 19 de octubre en el continente americano: Argentina, México, Uruguay, Chile, Perú, Estados Unidos.
Desde la rabia y la indignación se convocó a todas las mujeres a un paro simultáneo que se llevó a cabo en distintos puntos de Latinoamérica el 19 de octubre. Este Paro General de Mujeres denunció la ola de feminicidios y transfeminicidios que azotan la región y a los que el Estado no atiende como lo que son en toda su dimensión: una emergencia.
La violencia machista, que se sustenta en el capitalismo como sistema de producción, explotando el cuerpo de las mujeres para luego desecharlo, es un monstruo de dos cabezas que pugna por someter y domesticar para desactivar a las mujeres al punto de no poderse defender, infundiéndoles miedo y sembrando odio contra ellas.
En México y Argentina, las actividades cesaron a las 13 horas en sus horarios locales respectivamente.
“Vivas nos queremos” No fue un paro de un día, fue tan sólo de una hora, pero sirvió para dar una bofetada de realidad, sirvió para que veamos lo importante que son las mujeres, lo crucial que es luchar de verdad y de una vez por todas contra los feminicidios.
En las calles de la Ciudad de México, Ricardo Ruiz Cruz, fotógrafo desde 1998 que se ha enfocado al fotoperiodismo, el documentalismo y la fotografía conceptual, docente e investigador entre la ciencia y el arte, cubre las manifestaciones y la protesta social que transcurre desde entonces.
Aquí algunos momentos de la marcha del 19 de octubre en la Ciudad de México bajo la mirada de Ricardo: