Alrededor de 700 migrantes indocumentados fueron detenidos por la policía eslovaca en las fronteras del país desde la primavera de este año, señaló Robert Kalinak, ministro del interior de Eslovaquia, quien aseguró que «hacemos esto de forma constante, cada semana» por tratarse de “migrantes económicos”.
«Logramos repeler la más grande afluencia migratoria que llegó en agosto y septiembre», añadió Kalinak. Con esto, los migrantes tenían, y aún tienen, una decisión que tomar: abandonar la idea de cruzar la frontera, o intentarlo y ser detenidos.
El ministro eslovaco asegura que todas las detenciones se deben al trabajo eficaz de la policía desde abril y hasta ahora.
Eslovaquia hasta el momento no acepta ningún migrante o refugiado de manera voluntaria, y presuntamente aceptará a 100 sirios únicamente cristianos para albergar.
Con información de agencias