Ciudad de México | Desinformémonos. Tan sólo del 13 al 24 de junio de este año, el gobierno de Estados Unidos regresó a 3 mil 157 solicitantes de asilo a México, es decir, un promedio de 287 personas diarias, bajo el plan “Quédate en México” lanzado por el presidente Donald Trump. En total, el gobierno estadounidense envió a 15 mil 79 solicitantes de asilo de vuelta a México para que esperen allí la sentencia de un juez de migración.
Los trámites de las cortes migratorias de Estados Unidos llegan a prolongarse por varios meses y no garantiza la obtención de la protección internacional.
El pasado diciembre, el gobierno de México aceptó la aplicación “unilateral” de la medida Protocolos de Protección a Migrantes (PPM), mejor conocida como el plan “Quédate en México”, con la que se acepta que los migrantes que soliciten asilo en Estados Unidos esperen su proceso en México.
Varias organizaciones criticaron la medida y exigieron al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que no permitiera que México se convirtiera en un “filtro migratorio” para Estados Unidos.
Una de las organizaciones que rechazó la medida fue el Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI), la cual indicó que el plan convierte al país en “cómplice de Estados Unidos en el cierre de la frontera para personas solicitantes de asilo que huyen de la violencia”, pues viola las leyes nacionales e internacionales estadounidenses.
Al anunciarse la aplicación del plan “Quédate en México”, el IMUMI indicó que México debe buscar el fortalecimiento de su sistema de protección internacional y debería implementar programas de recepción para migrantes que quieran vivir en el país, así como Estados Unidos tiene la responsabilidad de fortalecer su sistema de protección internacional.