Ciudad de México | Desinformémonos. Más de mil títulos de aprovechamiento de agua otorgados a las mineras en México fueron registrados en 2016, lo que significa 436 millones 643 mil 287 metros cúbicos anuales del recurso que, de no ser utilizados para la minería, abastecerían a 11 millones 962 mil 830 personas en un año, señaló el “Anuario de Industrias Extractivas: Situación actual 2016”.
Aroa de la Fuente, del Centro de Análisis e Investigación Fundar, explicó que las empresas mineras que consumen los mayores volúmenes de agua en el país suman 184 millones de metros cúbicos al año. Estas empresas son Goldcorp, ArcelorMittal y Grupo México.
Por su parte, Beatriz Oliverda, del mismo Centro, indicó que el impacto de las actividades extractivas se relacionan directamente con el uso y la contaminación del agua. Para ejemplificar, recordó que para la extracción de gas de lutitas se utilizan entre 9 y 29 millones de litros de agua sólo para la fracturación hidráulica o fracking, además de que se emplean más de 750 diferentes tipos de productos químicos.
Ambas investigadoras lamentaron que la información al respecto sea “desagregada y de poca calidad”, pues impide conocer exactamente cuántos litros de agua se utilizan para los proyectos extractivos, sobre todo aquéllos que utilizan tecnologías “altamente dañinas” como el fracking o la minería a cielo abierto.
Por otra parte, el estudio señaló que la extracción de metales e hidrocarburos también provoca la emisión de gases tipo invernadero, los cuales contribuyen al incremento de la temperatura en el planeta.
Al respecto, Olivera señaló que “es realmente urgente porque hay un alarmante aumento de la temperatura del planeta, cuyos efectos ya estamos sufriendo en México con la ocurrencia de fenómenos hidrometeorológicos extremos como las sequías, la escasez de agua, las inundaciones, […], hay desplazamiento de poblaciones e incluso pérdida de vidas humanas provocada por dichos fenómenos”.
Agregaron que los conflictos sociales en las comunidades son otra consecuencia de los proyectos extractivos, particularmente de la minería. Indicaron que la mayoría de los pueblos indígenas y comunidades donde se implementa la minería no se contó con una consulta previa que permitiera la participación de los habitantes, y la imposición del proyecto se traduce en invasión, desalojos e incluso asesinatos de los opositores.
De la Fuente señaló que tan sólo en 2016 se contabilizaron 37 conflictos sociales relacionados con la minería y 11 con la extracción de hidrocarburos en el país, y que del 2010 al 2016 se registraron 330 ataques a defensores del territorio y del medio ambiente.