La Habana, Cuba I Lo leímos en las redes sociales. Quisimos creer que era una equivocación, que se refería a otro Fernando Martínez Heredia. Hicimos un par de llamadas y la noticia fue confirmada. El ensayista, pensador y activo colaborador de la Casa de las Américas había muerto.
Cuando un habitante de la Casa muere, enseguida nuestra memoria nos deja ver pasajes, conversaciones, encuentros, frases, sucesos que tuvieron lugar aquí, en la Casa. Fernando se asomaba a saludarnos y luego iba directo a ver a su amigo, colega de muchas batallas, Aurelio Alonso, subdirector de la revista Casa de las Américas, cuya oficina está ubicada frente a la de Prensa.
Entonces, nos decía algo, un comentario y salía disparado, siempre apurado. En 1989 obtuvo el Premio Extraordinario XXX Aniversario de la Revolución, del Premio Literario Casa de las Américas, con su libro Che, el socialismo y el comunismo, y al año siguiente fungió como jurado de ensayo histórico-social, papel que desempeñó en varias ocasiones. Las páginas de la revista Casa de las Américas han contado con su firma en tantísimas ocasiones y el Fondo Editorial Casa le debe más de una contribución. En 2010 fue un intenso interlocutor en el Coloquio sobre el Bicentenario que tuvo lugar en la Casa con la participación de importantes nombres del campo intelectual latinoamericano y caribeño.
Premio Nacional de Ciencias Sociales, Distinción por la Cultura Nacional, entre otros reconocimientos, Fernando fue por encima de todo, un pedagogo, un conversador, una fuente de enseñanza para muchos jóvenes, una inspiración para el pensamiento crítico y cuestionador, un ejemplo de intelectual para las más noveles generaciones, de ahí el otorgamiento de la distinción Maestro de Juventudes, por la Asociación Hermanos Saíz. Entre sus funciones más recientes se destacaban su responsabilidad al frente de la Cátedra de Estudios Antonio Gramsci y del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello. Su trayectoria de vida y de profesión confirma su coherencia y ética. Estuvo en el núcleo de fundaciones esenciales en la historia de nuestra cultura y del campo intelectual: el Departamento de Filosofía, la revista Pensamiento Crítico, el Centro de Estudios sobre América, entre otras.
“El Che resulta, cuando menos, perturbador, y bien entendido es un ejemplo singular y una brújula, una prefiguración apta para guiar pensamientos y acciones a favor de las liberaciones de los seres humanos y las sociedades, un instrumento al mismo tiempo subversivo y creador.” Estas palabras, su última colaboración con la Casa, pertenecen al prólogo del libro Materiales de la revista Casa de las Américas de/sobre Ernesto Che Guevara, en proceso de edición por el Fondo Editorial Casa en este momento.
El texto definitivo lo envió el 29 de mayo a la editora Xenia Reloba: “Querida Xenia: Lo logré. En realidad me ha resultado muy grata esta tarea, tan diferente a las inyecciones, pastillas y demás dictados que hay seguir al pie de la letra, y de los dolorcitos y los cansancios. Ahí te adjunto ‘El Che en la Casa de las Américas’. Tiene seis cuartillas, me imagino que es más o menos la extensión requerida. Te agradeceré tus comentarios.”
Texto publicado originalmente en La Ventana portal informativo de La Casa de las Américas