Marduk, por fin en libertad gracias a la presión social

Jaime Quintana Guerrero

México, Distrito Federal. Después de dos meses y medio de cárcel, acusado de un robo que no se le pudo comprobar, Marduk Chimalli Hernández fue liberado el 28 de mayo al filo de las 4 de la tarde del Reclusorio Norte de la Ciudad de México. El estudiante declaró a Desinformémonos que, además de recuperar su humor, «ratifiqué mis valores, que la vida es de lucha y que debemos organizarnos; que lo mas importante es la lucha y ser humanos y sensibles». Integrantes de las organizaciones que exigieron su libertad señalan que el caso es un ejemplo de la vulneración de derechos de la juventud capitalina, y que la liberación no es tanto un acto de justicia como una señal de que ésta se puede lograr a través de la movilización.

Sergio Soto, abogado de Marduk, precisa que con la liberación de su defendido “ganamos todos los que intervenimos para demostrar su inocencia. El mismo Marduk ganó por su férrea ética, honor y verdad”. Fueron cientos de firmas, conferencias de prensa y movilizaciones que dieron cuenta de la inocencia de Chimalli. Diversas voces se levantaron para defender la honorabilidad del estudiante: casi mil firmas de estudiantes, académicos y defensores de derechos humanos de diversos países reconocieron al muchacho y la labor que realiza su familia. Mario Padrón, primer visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, estuvo pendiente caso. El filósofo y rector de la UACM, Enrique Dussel, visitó al estudiante en el reclusorio.

“Fue resuelta el día del hoy, 28 de mayo del 2013, la apelación 579/2013. El Magistrado Unitario Rafael Álvarez Guerra revoca el auto de formal prisión y ordena la libertad absoluta de Marduk”, informó el abogado Soto. “El magistrado formalmente no tomó en consideración el amicus curiae que tuvo a bien enviar el doctor Enrique Dussel ni las pruebas contundentes que envió la CDHDF. Lo cierto es que tomó párrafo enteros de mis argumentos legales en los agravios que hice valer contra el auto de formal prisión, sobre la insuficiencia de pruebas y la inexistencia de los objetos”, explica el letrado.

Una de las instituciones que apoyó desde el principio del caso la libertad de Marduk fue su escuela, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Profesores  y estudiantes realizaron acciones para exigir su libertad. Juan Manuel Contreras, coordinador de asesores de la UACM,  señaló que  “es motivo de alegría para nuestra comunidad su libertad. Lo que le pedimos a Marduk es que siga estudiando y luchando”.

Marduk Chimalli Hernández es un joven estudiante de comunicación visual en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y de Comunicación y Cultura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Deportista destacado en tae kwan do de alto rendimiento, Chimalli Hernández fue detenido el 15 de marzo de 2013 por elementos de la policía del Distrito Federal, que lo acusaron por robo agravado, a escasos 200 metros de llegar a su domicilio, en la delegación Azcapotzalco. Fue aprendido y trasladado al ministerio público, confundido con quien realmente cometió el delito. Posteriormente fue encerrado en el Reclusorio Norte, donde permaneció sin derecho a fianza hasta el 28 de mayo, cuando el Juez 7º Penal del Reclusorio Norte, Fernando Guerrero Zárate, ordenó su liberación por falta de elementos para procesarlo. Su familia y abogados lo esperaron afuera de la cárcel.

Para Mariana Favela, integrante del #YoSoy132 (movimiento que también se involucró en la exigencia de justicia) declaró que  “el caso de Marduk nos recuerda que cualquiera puede terminar en la cárcel por caminar a la hora y en el lugar equivocados, pero sobre todo nos recuerda que incluso quienes supuestamente estamos libres, en realidad somos presos de sistema de justicia corrupto que sólo funciona para proteger a los verdaderos criminales”. La estudiante apunta que “si tienes 20 mil pesos te pueden ‘cambiar el acta’, como le ofrecieron a la familia del estudiante de la UACM. Es un sistema donde se fabrican pruebas y testimonios. ¿Cómo pueden hablar de justicia en un proceso donde la madre del joven tiene que gritarle al juez que cuando menos lea el expediente? Todo mientras los verdaderos criminales duermen en la comodidad de su impunidad”.

“El gobierno del Distrito Federal se ha encargado de hacer de esta ciudad el lugar equivocado para ser joven, y este caso nos recuerda que la única garantía de seguridad que tenemos frente a un gobierno empeñado en perseguir y marginar a la juventud es organizarnos y fortalecer las redes de solidaridad y los canales de comunicación”, agregó Favela. La integrante del #YoSoy132 señala que  hay un mensaje para el gobierno de la ciudad y el federal: “se equivocaron de generación. La dignidad de gente como Marduk y su familia nos da esperanza para seguir caminando, tan lento y tan firme como tengamos que ir por un país donde la justicia se escriba con dignidad”, finaliza.

Argelia Guerrero, bailarina, presa política del Consejo General de Huelga de la Universidad Nacional Autónoma de México en 2000 e integrante de la Red por la Libertad de Marduk, evalúa que la libertad recién lograda “es un acto de elemental sentido común que responde principalmente a la presión de familiares, amigos, organizaciones y personas solidarias para exigir a las autoridades legalidad y limpieza en este caso”. La artista precisa que no se puede hablar de justicia “ni mucho menos adjudicársela a las autoridades encargadas de dicha gestión” ya que, si existiera la justicia, “Marduk no hubiera pisado la cárcel”. La joven agrega que las autoridades capitalinas deben asumir su responsabilidad de su proceder errado y resarcir los daños, pero no solamente en este caso.

Guerrero coincide con Favela en que la juventud en la capital del país está vulnerable y estigmatizada. “Ahora el mensaje de las autoridades es que los jóvenes no gozan de derechos plenos y, por el contrario, necesitan de movilización para acceder a la justicia porque no gozan de ‘presunción de inocencia’, sino de culpabilidad. Los jóvenes de la Ciudad de México ven hoy que los derechos no están garantizados y que será necesario dar una batalla para que se respeten”, acota la bailarina.

Raúl Romero, integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, considera que finalmente se hizo justicia. “Nos da alegría saber que una persona inocente recupera su libertad, pero también nos llena de indignación saber que pasó más de dos meses injustamente preso y exigimos la reparación integral del daño que le ocasionaron. En un contexto en el que los jóvenes son asesinados o criminalizados, ésta noticia significa una luz de esperanza, y significa también que la sociedad civil organizada puede presionar a sus gobiernos para garantizar justicia”, finaliza Romero.

Marduk concluye que “necesitamos una sociedad justa y humana en un sistema injusto. La prisión es un reflejo del mundo de allá afuera”.

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de Cobertura Especial   Geografía   méxico  

Dejar una Respuesta