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“Marchas convocadas por el Frente por la Familia exacerban el odio”: Alejandra Buggs Lomelí

Yunuhen Rangel / Desinformémonos

Foto: Diego Simón Sánchez/ Cuartoscuro

Ciudad de México | Desinformémonos. “Las marchas convocadas por el Frente por la Familia, contribuyen a que las personas no respeten las diferencias, ejerzan discriminación y a que los crímenes de odio contra lesbianas, homosexuales y transexuales, se exhacerben… lo que también contribuye a destruir los avances obtenidos en torno a los derechos referentes a la orientación sexual y afectiva de las y los humanos”, dijo a Desinformémonos, Alejandra Buggs Lomelí, Directora del Centro Nacional de Salud Mental y Género, sobre la marcha llevada a cabo ayer en la Ciudad de México, convocada por el Frente Nacional por la Familia, para marchar en contra de los derechos humanos de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, travesti, transgénero e intersexual (LGBTTI).

Esta marcha se da en un contexto en el que, en últimos 19 años, se han contabilizado mil 218 asesinatos por homofobia en México, según cifras referidas por Buggs, por lo que en su opinión, se “contribuye a generar una división entre la sociedad”, que puede, dijo “no contar con información suficiente para saber que no se trata de un tema religioso sino de derechos humanos en el que legalmente las personas tengamos igualdad de derechos”, detalló.

La mayoría de los asesinatos por odio referidos por Buggs, 976 de ellos, fueron cometidos contra homosexuales, 226 contra la comunidad transgénero, transexual y travesti y 16 contra lesbianas, detalla la Maestra Buggs Lomelí, en su conferencia magistral: “Yo… ¿respeto las diferencias…?”, presentada en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) en el marco de la presentación de una “Cartilla de Derechos de las Víctimas de Discriminación por Orientación Sexual, Identidad o Expresión de Género”, donde además propone una serie de reflexiones sobre el tema.

Buggs, especifica que, los asesinatos de lesbianas están, “subreportados o subestimados, como parte de la invisibilización inherente hacia las mujeres, porque los medios de comunicación no los identifican como asesinatos lesbofóbicos, sino como feminicidios, por lo que en su opinión, “habría que desprender una categoría para los crímenes por lesbofobia”.

A pesar de que las leyes en México mandatan un “estado laico”, integrantes de la iglesia católica fueron parte de la convocatoria hecha a través del llamado: Frente Nacional por la Familia (FNF), que ha llamado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a revisar las leyes que, en la Ciudad de México, garantizan el derecho al matrimonio a personas del mismo sexo. En este contexto, la también directora del Centro de Salud Mental y Género, refiere que la Ciudad de México ocupa con 190 asesinatos, el primer lugar de crímenes por homofobia en el país.

Lo anterior, en opinión de Buggs, “tiene que ver con la dificultad que los seres humanos tenemos para respetar las diferencias, de ahí que empecemos por cuestionarnos desde un lugar honesto: “Yo… ¿respeto las diferencias…?”.

La maestra, en este sentido, invita a hacer una reflexión que se puede hacer, dice, en primer lugar a través de una “historia real”, para lo que comparte que ella es una mujer mujer de raza negra, resultado que define como “afortunado”, de la unión de una mujer blanca, mexicana, y de un hombre de raza negra nacido en Hawllsvile, en Texas.

Aunque Buggs, nace en Los Ángeles, California, muy pequeña vienen a vivir a la Ciudad de México, en un contexto, en el que dice jamás haber escuchado que tenía que pelear para ser respetada, por el contrario, dice: “lo que escuché siempre de mi padre fue: “siempre siéntete orgullosa de tu color de piel”, este aprendizaje, define, no vino sólo de las palabras sino de las acciones que su madre emprendía cuando alguien: “ahora se la palabra, nos discriminaba”.

Un segundo punto de reflexión para Buggs, es: “¿A qué llamamos diferente?”, para lo que refiere las raíces de la palabra, diferencia, “viene del latín “differens”, “differentis”, dice, “y se define como un accidente, característica o cualidad por lo cual se distingue un elemento, una cosa o una persona”, es decir, detalla, “Todos los seres humanos somos diferentes, tenemos formas distintas de pensar, de expresarnos, de comunicarnos y de aprender”.

Aunque, dice: “Lamentablemente, no siempre valoramos estas diferencias, y movidas/os por la intolerancia o los prejuicios, excluimos a algunas personas olvidando que el valor de los seres humanos radica precisamente en su diversidad”, en este sentido, dice Buggs, podríamos preguntarnos: “¿realmente nunca discriminamos a otro/a por sus diferencias?”, “¿realmente nadie hemos excluido a alguien en toda nuestra vida?”.

Una vez hecho el cuestionamiento, abunda Buggs, un siguiente paso en la reflexión que propone es definir, “¿Cuándo excluimos?”, y ejemplifica para generar su propia respuesta: “Excluimos cuando: le impedimos el acceso a una persona porque no nos gusta su apariencia (por raza, por su orientación sexual, porque trae aretes, tatuajes, etc.), o cuando excluimos de la escuela a un niño o niña debido a sus capacidades diferentes, o porque es niño y el gusta el rosa… privando a las mujeres de un trato equitativo en su trabajo… ”.

La discriminación, en su opinión, “afecta el ejercicio de nuestros derechos porque discriminar es: selección, diferenciar excluyendo”, explica, por lo que finalmente el último punto que propone a reflexionar es asumir o no, “La difícil tarea de tolerar y respetar a las otras personas”, para lo que resulta fundamental, “la tolerancia y el respeto” puntualiza.

Finalmente, propone la también psicoterapeuta, aplicar “La frontera de contacto”, de la que explica, se trata de un concepto acuñado por Laura Perls co/creadora de la Psicoterapia Gestalt, y es “el límite entre el organismo y el ambiente, ubiquemos ahora que vivimos en un mundo donde tenemos al lado a personas diferentes a nosotras/os y que si rigidizo mi frontera me será más difícil respetarle, la frontera es como el agua húmeda que deja el mar sobre la arena, es decir, es flexible, nunca deja la misma huella, y va y viene sin parar, así es como tendríamos que utilizar esta frontera”, finaliza.

Los derechos de la comunidad LGBTTI, están inscritos, desde diciembre de 2008, por la Asamblea General de Naciones Unidas, en la Declaración sobre derechos humanos, en la que se estableció que:todas las personas tienen derecho al goce de sus derechos humanos sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

Así lo establecen el artículo 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el artículo 2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como el artículo 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”, todos ellas declaraciones y pactos firmados por el Estado mexicano y cuya responsabilidad de respetar se encuentra inscrita en el artículo primero de la Constitución Política.

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