Unas 150 mujeres zapotecas del municipio de Guienagati, Oaxaca, marcharon para exigir justicia por el feminicidio de Marycruz Z.Z, perpetrado el 14 de marzo en esa localidad ubicada en la Sierra Mixe zapoteca del Istmo de Tehuantepec.
La manifestación partió de la comunidad del paraje “Paso Limón”, el mismo sitio donde fue hallado el cuerpo sin vida de Marycruz.
Durante el trayecto, las mujeres y una veintena de hombres con pancartas en mano caminaron a pie alrededor de cinco kilómetros hasta llegar a la cabecera municipal de Guienagati, en donde exigieron justicia para la mujer de 38 años de edad que dejó a tres hijos en la orfandad.
El cuerpo de Marycruz, hija del luchador comunitario Nicasio Zaragoza, presentó una herida al lado izquierdo de su mejilla y presuntamente fue estrangulada.
“Justicia para Marycruz”, vociferaban las mujeres mientras caminaban con sus pancartas por las principales calles de Guienagati. Al llegar al palacio municipal exigieron el apoyo de las autoridades para dar con el responsable del feminicidio.
También se unieron los familiares de Marycruz, quienes hicieron un llamado a las autoridades para hacer justicia por el caso.
Las mujeres, integrantes del Centro de Derechos Humanos mixe zapoteca “Bini Guixhilayu”, recalcaron que la justicia debe ser equitativa e igualitaria para todas las mujeres de este país, pues aseguraron que desafortunadamente para las indígenas todo es omisión e impunidad.
Resaltaron la importancia de un mecanismo de justicia “digno” para toda mujer y recalcaron que van a exigir hasta las últimas consecuencias el esclarecimiento del feminicidio de Marycruz.
También hicieron un llamado a las autoridades para que juzguen con perspectiva de género, pues lo ocurrido con Marycruz no fue un homicidio, sino un feminicidio.
Además de esta marcha, colectivos feministas de Oaxaca, como el Consorcio Oaxaca y Ges Mujer, se unieron al llamado de justicia para Marycruz.
En lo que va del 2021, 19 oaxaqueñas han sido asesinadas, siendo el Istmo de Tehuantepec la región con mayor número de víctimas violentadas.
Publicado originalmente en IstmoPress