Montreal, 27 de mayo. Al menos 10 mil personas tomaron la noche del sábado y la madrugada de hoy las calles del centro de Montreal, algunas a pie, otras en bicicleta y patines o vestidos de payaso, pero todas haciendo ruido con ollas, sirenas y silbatos para oponerse a la ley que restringe la realización de manifestaciones y para exigir mayor libertad de expresión. Algunos llevaron banderas de Quebec, otros pancartas en las que denunciaron la adopción del gobierno local de la legislación. A diferencia del fin de semana pasado, cuando se reportaron más de 300 detenidos y 20 heridos, las protestas transcurrieron sin incidentes. El objetivo principal de esta ley, ratificada la semana pasada, es apaciguar el movimiento estudiantil que surgió desde finales de enero contra el alza de las colegiaturas. El texto prohíbe toda conglomeración a menos de 50 metros de las universidades y obliga a informar a la policía con al menos ocho horas de antelación
y establece elevadas multas para los que no respeten las nuevas reglas. La autoridades han utilizado la ley para considerar las protestas ilegales, lo que facilita los arrestos y la dispersión de los manifestantes. La marcha de la noche del sábado y primeras horas de este domingo también fue declarada ilegal por la policía, que no fue informada sobre el itinerario. Sin embargo, la caravana –vigilada de cerca– pudo seguir su curso y el único arrestado fue un conductor furioso que quedó atrapado entre la muchedumbre.
Para nosotros, está claro que la primera cosa que debe discutirse es la Ley 78, señaló Jeanne Reynolds, vocera del grupo mayoritario que apoya a los estudiantes en huelga, quien calificó la medida como
restrictiva y muy represiva, por lo que nos gustaría verla suspendida. El incremento de unos mil 625 dólares forma parte del plan programado para ser efectivo desde 2012 hasta 2017. Organizadores estiman que unos 150 mil escolares se mantienen en paro.