En las últimas semanas nos ha preocupado el asunto de Corea del Norte que parece no cesar, por ello, es justo aclarar que el país asiático tiene más de 40 años con una estrategia de lanzar ataques verbales y demostraciones militares.
Con los avances tecnológicos de hoy y sus posibilidades de desarrollo de armamento nuclear, Pyongyang continúa con su estrategia de hace 40 años, dijo Dámaso Morales Ramírez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
¿Por qué Corea del Norte actúa de esta forma?, para Morales Ramírez la posición del régimen de Kim Jong-un le permite negociar con Corea del Sur, China, Japón y Estados Unidos, principales actores que junto con Rusia, constituyen la seguridad de toda la península coreana.
Hoy día, sabemos que Corea del Sur es aliada de los Estados Unidos, por ello, el ejército estadounidense instaló en abril pasado un sistema de defensa antimisiles que protegerá al territorio surcoreano.
Para China, esto significa que el equilibrio de los intereses estratégicos de seguridad en la zona podrían entrar en una situación no deseable de desequilibrio, además de que los aparatos, radares y todo el sistema de vigilancia pudiera también afectar sus propias operaciones militares.
En consecuencia, el gobierno chino toma cualquier oportunidad -como el misil lanzado por Corea del Norte que atravesó Japón- para decirle a Estados Unidos que quite ese sistema, que cese sus hostilidades y las operaciones militares que hace en conjunto con el ejercito de Corea del Sur, porque lo único que consigue es desestabilizar la región.
Los ejercicios balísticos de Norcorea tienen dos razones: primero, para mostrarle a Estados Unidos que Pyongyang tiene la capacidad de hacer llegar un misil a la isla de Guam, segundo, para tratar de equilibrar su posición frente a Japón, y por ende, frente a China.
No obstante, a China no le conviene, y por supuesto, no requiere un conflicto armado ahí, ello significaría que podrían llegar muchos refugiados coreanos, por ello, este país busca un equilibrio.
¿Qué pasará con Corea del Norte?, el académico universitario apuntó que el régimen de Kim Jong-un seguirá con las amenazas verbales, porque esto es lo que le permite una mejor posición negociadora.
Lo que hacía Corea del Norte era ganar tiempo para lanzar este misil que atravesó Japón, cuyo propósito fue decirle al mundo: ahora sí podemos negociar, pero bajo otras condiciones.
Fue un mensaje al gobierno de Trump para que respete ciertos límites territoriales y estrategias, además de buscar un equilibrio desde la visión de Norcorea.
Y por último, fortalecer también su posición negociadora ante Corea del Sur, de la cual recibe dinero, alimentos, educación y tecnología, resaltó.
Seguramente, las cosas continuarán como hace 40 años mientras la familia Kim detente el poder. Simplemente, tenemos que prever que los políticos y los grandes actores internacionales como Estados Unidos, Rusia y China se mantengan con la cabeza fría, concluyó.
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