Los retos del nuevo gobierno

Fabiola Méndez/Damián Mendoza

Foto: Cuartoscuro

En el marco de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ante los miembros del Congreso para culminar el acto con el que asumirá el poder en México, hay que mencionar que, desde que ganó las elecciones en julio pasado, hay mucha expectativa respecto a su periodo presidencial. Las encuestas hoy en día muestran un 66 por ciento de aprobación a AMLO frente a un 20 por ciento de aprobación al presidente saliente, Enrique Peña Nieto.

Pero el reto del nuevo gobierno que inicia este 1 de diciembre será la seguridad. “López Obrador ha mostrado una polémica postura. La ley de seguridad interior fue una ley impugnada, muy mal hecha, va a reproducir el modelo de Calderón y Peña Nieto, seguirá utilizando a las fuerzas armadas. El reto es formar mejorar policías que se hagan cargo de las tareas de seguridad pública, pero parece que eso no está en la agenda del presidente electo”, expresó Cristina Rosas González, doctora en Relaciones Internacionales por la UNAM.

Paralelo al tema de la seguridad, el reto del nuevo gobierno también está en erradicar la corrupción. “Dice que no habrá corruptos, pero la semana pasada declaró que no quería hacer cacería de brujas, entonces ¿los está perdonando?”. Por tanto, muchas de las cosas que prometió en campaña difícilmente las podrá hacer, sin embargo, habrá que esperar, aseveró la investigadora universitaria.

Del mismo modo, Rosas González, aseveró que las expectativas que hay en México sobre el nuevo gobierno son replicadas en América Latina. Empero, la derecha recalcitrante que pronto se instalará en Brasil, tendrá un desencuentro con aquellos países con gobiernos de izquierda progresista, como el que está por comenzar en México.

De acuerdo con el análisis elaborado por la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, se suscitará un énfasis en los programas sociales que habrá de verse cómo se lleva a cabo.

Refirió que ve una relación tensa con el gremio empresarial mexicano debido a la consulta que se hizo sobre el nuevo aeropuerto y del Tren Maya.

“Está formando una figura no del todo adecuada, la gente vota en condiciones muy laxas, sin identificarse, y nosotros tenemos canales y mecanismos adecuados como el INE. Seguir haciendo consultas me parece arriesgado porque violenta a las instituciones, no tienen ningún valor, es raro y se presta a poca transparencia y otras cuestiones que una democracia no necesita”.

Otro de los retos será el papel que jugará la mayoría de Morena en el Congreso, ya que pueden mayoritear. Aunque señalaron que no lo van hacer, esto es algo poco probable, sobre todo “porque varios de ellos se colgaron de López Obrador para llegar a los puestos que hoy ocupan, y en las democracias es importante que se tengan opiniones divergentes”.

Respecto a lo que hará con el problema migratorio, la internacionalista detalló en torno al pronunciamiento que López Obrador hizo para mejorar las condiciones de los países centroamericanos donde, quizá, abrió una puerta para la cooperación y políticas de desarrollo con Centroamérica.

En ese contexto, se ha dicho que hay una especie de pacto entre México y Estados Unidos para que nuestro país se haga cargo de la crisis migratoria, algo que, para la especialista, es muy grave. “Los migrantes quieren llegar a Estados Unidos y en el supuesto caso de que México los quiera contener, generaría un problema de seguridad nacional muy severo”.

Por otro lado, en el plano económico, Rosas González declaró que lo primero que hereda el presidente electo es un tratado comercial forzado, “con los términos que Estados Unidos quería y lleno de tropiezos durante su negociación, y que se firma en el marco de la cumbre del G20, a un día de su toma de protesta como presidente de la República, por lo que, si algo sale mal, siempre podrá decir: ‘yo no lo negocié, lo hizo la administración que nos antecedió y así deslindarse’”.

 

Este material se comparte con autorización de UNAM Global

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