Los refugiados y migrantes que llegan al continente europeo arrastran o incluso se encuentran con enfermedades como tuberculosis, hepatitis y varicela, así como trastornos como depresión estrés postraumático debido al miedo por la persecución y la violencia en sus países de origen, indicó la última colección de la red mundial Cochrane elaborada junto con Evidence Aid.
El informe se basa en diferentes revisiones sistemáticas para proporcionar unas directrices a las personas que atienden a las personas refugiadas y solicitantes de asilo, así como brindar apoyo en el desarrollo de programas y políticas comunitarias.
La Organización Internacional para las Migraciones estima que los movimientos migratorios internacionales se duplicarán al pasar de los 215 millones actuales a unos 400 millones en 2050, por lo que “sin una integración y un reasentamiento efectivos muchos temen el desarrollo de problemas sociales y de salud de largo plazo”.
Durante el viaje y al llegar a los centros de acogida, las condiciones en las que se encuentran los refugiados y migrantes son tan precarias que la higiene es casi inexistente, por lo que están vulnerables a contagios de enfermedades como la tuberculosis.
Respecto a las enfermedades infecciosas prevenibles con vacunas, la colección alertó que este riesgo es mayor en el caso de los menores de edad, quienes “pueden no haber sido vacunados en sus países de origen debido a la suspensión de programas de vacunación o a un acceso deficiente a los centros de vacunación”.
Con información de agencias