Durante años, en realidad décadas, hemos visto el espejismo de las reformas presentadas por los líderes neoliberales y sus títeres en los medios, las cuales sólo despiertan las macabras pesadillas de sueños devastados y esperanzas traicionadas.
La reforma es la traición, un pacto con el diablo que promete días mejores pero sólo trae días peores.
Hoy en día la nación está consternada por el salvajismo de la ejecución en la orilla de una banqueta de George Floyd, vista por el mundo entero.
Hace apenas cinco años, los políticos que se definen como progresistas vendieron la ilusión de cámaras corporales para la policía como un tipo de solución. George Floyd, y después Rayshard Brooks, pusieron los clavos en ese ataúd, porque esas no significaban nada cuando se trataba de cambiar el comportamiento policiaco.
Los reformistas de hoy en el Congreso prometen mucho, pero no tendrán la voluntad o la habilidad de ofrecer algo excepto nuevas ilusiones.
Las reformas son solamente reformulaciones de viejas promesas, de vino viejo en botellas nuevas, de un futuro que nunca llega. Representan la naturaleza de la sociedad capitalista, con nuevos artículos a la venta que terminarán creando nuevos problemas.
Los nuevos tiempos requieren nuevas maneras de pensar. Requieren creatividad. Requieren un cambio profundo que realmente transforme las relaciones y no sólo las discusiones.
¿Quién se atreverá decir que este miserable presente está plagado de abierta opresión? No hace falta la mentira de ‘servicio’ cuando estamos viviendo la represión, supresión y opresión. Los nuevos sistemas opresivos solo pueden traer más de lo mismo.
Para citar al Dr. Huey P. Newton, fundador del Partido Pantera Negra, “Queremos libertad, no simplemente otra reforma”.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
—(c)’20maj
29 de junio de 2020
Audio grabado por Noelle Hanrahan, www.prisonradio.org
Circulación por Fatirah Aziz, Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia en México