En un contexto mundial de «descrecimiento», en el que «se están rompiendo todas las mediaciones y los derechos sociales, políticos, culturales y educativos», lo cual ha afectado a países que antes eran centrales, como España, Grecia e Italia, también se ha empezado a gestar un «mundo distinto» en el que «aparece una nueva generación que dice: aquí estamos ya», sostuvo el científico social Pablo González Casanova.
Al dictar la conferencia magistral El proyecto nacional: de los habitantes originarios a #YoSoy132, con la que recibió el premio Cosío Villegas de El Colegio de México (Colmex), el investigador y profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México delineó, como parte de este mundo diferente, 16 aportaciones del movimiento #Yo soy 132.
En primer lugar, dijo, el respeto a todas las religiones, ideologías y creencias; la lucha por la libertad del sufragio y por dar un carácter auténtico al voto para hacerlo efectivo. Destacó que estos jóvenes no se organizan en torno a una ideología o doctrina e inician una organización a partir de colectivos y de las relaciones de unos con otros.
La lucha por la información
Este movimiento comienza las luchas por la información, por la interpretación y por la acción en el campo cibernético, mismas que combina con los campos presenciales, como la plaza o el diálogo, y construye relaciones con los pueblos indios, los campesinos y los trabajadores desregulados y excluidos, afirmó. Destacó que #YoSoy132 tiene, como lo tuvo el 68, capacidades de enlace con otras capas o clases sociales.
Ante un auditorio repleto y conformado por miembros de los ámbitos intelectual y académico, así como por jóvenes de esta organización estudiantil, quienes escuchaban atentos las reflexiones del autor de La democracia en México, enfatizó también que se trata de un movimiento consciente de que en su contra se maneja la política de la represión, combinada con la de la cooptación, por lo que sus integrantes tienen claro que son dos armas con las que «los quieren destruir».
Otra de las contribuciones de #YoSoy132, explicó, es que mantiene la legalidad, incluso en acciones cívicas; pone especial atención a los provocadores y da prioridad a resolver los problemas de organización, comunicación, información y construcción de fuerzas alternativas con una «política variante, que tal vez logre precisar un programa mínimo». Su política de articulación con otros movimientos similares, de carácter nacional y mundial se encuentra en un proceso de gestación. Así, «se está haciendo del proyecto, el México y el mundo del futuro», expresó al arrancar prolongados aplausos del público.
González Casanova habló de 500 años en menos de dos horas, en las que trazó proceso a proceso, las luchas de la explotación de unos hombres por otros y de unos países por otros, para lo cual pasó por los levantamientos de los indios en las villas en la época colonial, las odas de Sor Juana Inés de la Cruz que hacen referencia a esta explotación, las cartas de Aristóteles a Alejandro Magno en las que el primero le recomendaba a su discípulo tratar como «plantas y animales» a los orientales, los núcleos de relaciones que vinculan la religión, la filosofía, la política con la rebeldía, la reforma política liberal hasta la actual estructuración del poder en el mundo.
Al llegar a la época actual, advirtió que «se está generando un fenómeno que aparece como ciencia, pero que tiene todos los visos de ser ideología, en el sentido más crítico de la palabra, de estarnos engañando sobre la realidad, de estarnos enajenando».
Entonces, se refirió a las teorías del descrecimiento y a las formas de maximizar utilidades y minimizar pérdidas, como por ejemplo, quitar los recursos a la gente para ganar mucho. Estamos creciendo muy mal, «con una extrema desigualdad, con una cantidad de pobres como nunca había habido y de ricos, ricos, como nunca habían existido», lamentó.
Así, «vemos cómo el descrecimiento está llegando tan lejos que está afectando a los que antes eran países centrales o países imperialistas o metropolitanos, a quienes están recolonizando. Entre ellos, está nuestra antigua metropoli, España, pero también está Grecia, está Italia».
Sin embargo, han surgido muchas fuerzas que se van a enfrentar a la política neoliberal. Y lo que ocurre en la periferia del mundo, empieza a ocurrir en el centro. «Y en la periferia, los precursores de este nuevo proyecto son los mayas zapatistas, que hacen uno de los proyectos más avanzados en la historia de la humanidad», subrayó.
También, «empieza a surgir en Estados Unidos, en el mundo árabe, en América Latina un nuevo movimiento con algunas características que no tenía la Revolución Cubana, pero de las que es precursora la Revolución Cubana», dijo González Casanova.
Los movimientos emergidos en 2011 tienen «planteamientos muy parecidos de pluralismo ideológico, respeto a las razas, religiones, mayor respeto a la mujer y muchos de ellos de apoyo a Vietnam, como el caso de Estados Unidos», en donde hay un sostén muy fuerte para que los africanos tengan iguales derechos a los europeos, a los blancos.
«Empieza a gestarse un mundo realmente distinto», vislumbró González Casanova.