Varios autobuses llenos de refugiados partieron del campamento improvisado de Idomeni para trasladarlos a dependencias estatales al sur de Grecia, como parte del desalojo que la policía helena inició en el lugar donde unas 8 mil personas viven.
La mayoría de los camiones llevan a familias enteras con niños, y otra docena de vehículos está a la espera para transportar a más refugiados.
En un momento, desde que se montó el campamento, más de 12 mil personas llegaron a vivir ahí tras el cierre de fronteras que varios países balcánicos llevaron a cabo, lo que obligó a los refugiados a buscar nuevas rutas hacia el centro y norte del continente europeo.
Testigos aseguran que hay una fuerte presencia policial en el lugar, e informaron que unos 100 mil refugiados y migrantes fueron reubicados para el medio día en hora local.
La agencia de refugiados de Naciones Unidas (Acnur) instó a Grecia a no usar la fuerza durante el traslado de los inmigrantes y refugiados.
Con información de agencias