Ciudad de México | Desinformémonos. Periodistas de Michoacán convocaron a la comunidad periodística nacional e internacional, organizaciones defensoras de los derechos humanos y a la sociedad civil en general a unirse en la búsqueda del periodista secuestrado Salvador Adame y a exigir al gobierno mexicano llevar a cabo las medidas necesarias para su inmediata aparición.
Más de 300 periodistas respondieron al llamado por ser evidente la omisión de las autoridades federales que hasta el momento no han ofrecido ningún pronunciamiento sobre el caso, además de que no existe un reporte de que la investigación haya sido consignada a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión (FEADLE).
“Salvador Adame Pardo sigue sin aparecer y no existe certeza sobre la efectividad de las acciones reportadas para dar con su paradero”, señalan los periodistas.
“Son tres los reportes que el gobierno del Estado ha emitido en torno al asunto, el primero el 22 de mayo por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado, el segundo el 24 de mayo de viva voz por funcionarios estatales en reunión sostenida por el gobernador Silvano Aureoles Conejo con periodistas de la región de Tierra Caliente en Michoacán, y el tercero ese mismo día por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado”, agregaron sobre los informes elaborados, los cuales se emitieron por lo menos cuatro días del secuestro de Adame.
Por ello, con el llamado de los periodistas se espera que la desaparición de Adame no sea un número más que se “sume a la lista negra de periodistas asesinados y desaparecidos en México”.
Salvador Adame Pardo fue secuestrado el pasado 18 de mayo en la comunidad de Nueva Italia, Michoacán. En abril del 2016, Adame denunció en sus redes sociales que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal golpearon a las personas detenidas durante un desalojo de la toma del Alcaldía de Múgica, así como a él y a su esposa Frida Urtiz.
Desde el 18 de mayo, día en que desapareció Adame, la prensa de Michoacán exigió a las autoridades la aparición con vida del periodista, secuestrado presuntamente por un grupo de sicarios.
La esposa del comunicador explicó que éste ya casi no se dedicaba al periodismo y que debido a su condición crítica trabajaba en una purificadora de agua, de donde fue levantado.