Libros para pasar a la acción

Biblioteca Frida Kahlo

Zaragoza, Aragón, Estado Español. “Arrebato” es un local que nació hace 16 años en el barrio de la Madalena, uno de los lugares más vivos, rebeldes y movidos de la ciudad. Allí, el colectivo “Rebel” acondicionó los sucios bajos de un edificio hasta convertirlo en una sala de conciertos y fiestas, así como un espacio para la conspiración, la organización y la agitación social y cultural. Ahora llega la primavera (escribimos en abril de 2011) y “Arrebato” sigue aglutinando a gente, pero permanece cerrado por orden judicial, resultado de unas pésimas políticas represivas que cierran locales para la cultura y la contracultura. Deseamos desde aquí que el local de la calle Palafox número 28 se llene pronto de música y gentes, como antaño.

“Rebel” era un colectivo juvenil, heredero en parte del legado de la Juventud Comunista de Aragón y de la Juventud Aragonesa Revolucionaria. En su última época, ya sin el apoyo de sus partidos (que se disolvieron), “Rebel” caminó de forma autónoma, reuniendo a personas que se organizaban en luchas ecologistas, antifascistas, contra las prisiones, de defensa del territorio, y antiglobalización.

Precisamente en la época de las grandes movilizaciones en Seattle, Praga o Génova, la Biblioteca Frida Kahlo se consolidó como una humilde alternativa a los postulados de las peores políticas neoliberales. Ya en el siglo XXI, cada vez más personas veíamos cómo el capitalismo nos conducía hacia la precariedad, la explotación y la destrucción del planeta.

En términos de consumo, el sistema promovía de forma brutal y desenfrenada el “comprar, usar y comprar”, imponiendo modas absurdas de consumo desaforado. La obsolescencia con la que se fabrican casi todos los objetos que se producen (desde impresoras a frigoríficos, de automóviles a cámaras fotográficas) hace que se desechen un montón de cosas inútiles o perecederas.

En este asunto es donde razonamos la importancia de los libros. Estos objetos de papel y tinta, tan frágiles en apariencia, nos permiten conservar nuestra propia cultura, los saberes populares que nos permiten conocer nuestro pasado para organizar nuestro presente y conquistar nuestro futuro. Mientras los ordenadores quedan desfasados en unos pocos años, los libros permanecen. Esto nos gusta.

La Biblioteca Frida Kahlo, en ese sentido, es conservadora. Conservadora porque preserva esos libros y pretende guardarlos por mucho tiempo, para que nunca se nos olvide lo que se hizo, lo que se logró, lo que nos arrebataron y lo que nos queda por andar.

Pero no se trata de esconder los libros para que no se estropeen. Eso ya lo hacen otros archivos privados, que privan de la cultura a tanta gente. La Biblioteca Frida Kahlo practica justo lo contrario, ofrece los libros, los saca a la calle, los enseña y los presta. Ahí radica el corazón del proyecto. En compartir libros y a través de ellos difundir el pensamiento crítico y disidente.

Los primeros fondos de esta biblioteca fueron heredados de sus antecesores políticos, así como de las personas que empezaron a llevar cajas de libros para donarlos al proyecto. De esta forma, la oficina del “Arrebato”, donde empezó a verse la biblioteca, se quedó pequeña.

La cooperativa “El Esqueje”, conformada por cuatro jóvenes del barrio de la Madalena, abrió a mediados del año 2000 un bar vegetariano. En ese espacio ofrecieron unas estanterías para poner libros de la Biblioteca Frida Kahlo. Gracias a ese espacio, muy visitado por su excelente comida ecológica, su ambiente comprometido y sus iniciativas de economía social y solidaria, la Biblioteca Frida Kahlo se dio a conocer entre muchísimas personas. Actualmente más de 400 personas han aportado al menos un libro y, con este sencillo gesto, son socias de la biblioteca y pueden usar su servicio de préstamo de libros. Pueden llevarse lo que quieran por dos semanas. Así la cultura vuela. Gratis, por supuesto.

En ese sentido hay que apuntar que, a diferencia de otros proyectos más o menos alternativos, la Biblioteca Frida Kahlo nunca ha aceptado subvenciones ni patrocinios. Ofrecimientos ha habido unos cuantos. Su esencia es la autogestión, la capacidad de unas pocas personas de caminar de forma autónoma e independiente, también en el aspecto de la financiación.

Durante estos años, la Biblioteca Frida Kahlo ha organizado diferentes fiestas, conciertos y encuentros literarios, en los cuales ha logrado el apoyo solidario de cientos de personas que han aportado su granito de arena. También mediante rifas de libros se han logrado algunos fondos, que han permitido celebrar presentaciones de libros, debates, recitales poéticos y de cuentos, intervenciones teatrales. Y también algunas editoriales locales (como Malavida, Eclipsados, Troppo, Xordica o Icaro, entre otras) han donado algunos de sus libros para compartir.

Desde hace cuatro años, la Biblioteca Frida Kahlo organiza una programación alternativa al día del libro comercial, que se suele desarrollar en ciudades españolas en torno al 23 de abril. Se trata de sacar a la calle un discurso distinto al de comprar por comprar (best-sellers, libros insulsos o directamente manipuladores). Es una excusa para compartir con artistas amigas, escritores, poetas y compañeros una cita con los libros alternativos.

Este año, las jornadas se llaman “aLEERta: libros para pasar a la acción”. La Biblioteca Frida Kahlo, junto a colectivos amigos como “La enredadera de Radio Topo”, “Ecologistas en Acción”, “Decrecimiento Aragón”, “La Pantera Rossa” o el Centro Social Okupado “Kike Mur”, ofrecen un espacio para el debate, la lectura, la reflexión y la acción. Incluso se ha editado un vídeo informativo.

En abril, la Biblioteca Frida Kahlo presentó su cuarta nueva sede. Una nueva biblioteca para el barrio de la Madalena, situada en la calle Liñán nº8. “Treziclo” es un local compartido con el colectivo “Towanda” (por las libertades sexuales de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y queers), “Os Diaples d’a Uerba” (un grupo de pirotecnia, percusión y música popular aragonesa) y “Caracol Zaragoza” (red de personas por la autonomía zapatista). Allí se ofrecen muchos libros, ordenados por temáticas como mujeres, teoría política, ecología o historia, entre otros. Pero también tebeos underground, fanzines, revistas, carteles y archivos de los movimientos sociales zaragozanos y aragoneses.

“Treziclo” se suma a las otras tres sedes de la Biblioteca Frida Kahlo. En la mencionada “Birosta” encontramos libros de vida sana, alimentación, poesía, teatro o novelas, entre otros. En “A Enrestida”, un zentro sozial autochestinau donde la lengua aragonesa y la lucha por las raíces aragonesas son sus señas de identidad, ofrecemos libros de cárceles y represión, periodismo de investigación, cultura aragonesa, y en el sindicato CGT (Confederación General del Trabajo), hay libros sobre pedagogía libertaria, anarcosindicalismo, y memoria histórica.

Las gentes que conformamos la Biblioteca Frida Kahlo agradecemos a Desinformémonos el ofrecimiento de este espacio para darnos a conocer y saludamos a todas las que nos leen.

Os animamos a conocernos en persona si pasáis por Zaragoza, a visitarnos por nuestras sedes y a consultar más información en nuestra página. También podéis escribirnos y proponernos iniciativas que vayan en nuestra onda a bfk@noblezabaturra.org

Publicado el 01 de mayo de 2011

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