Foto: Con este modelo, la lectura es vista como diálogo, como un espacio para hacer preguntas y pensar (Karla Aviña).
La Dra. Luz María Moreno Medrano, directora del Instituto de Investigación para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la IBERO, y la Dra. Silvia Romero Contreras, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, publicaron el artículo The Otomí autonomous educational project: supporting children’s literacy and agency, en el Número 1 del Journal for Critical Education Policy Studies.
En este artículo, las académicas dan cuenta de cómo hacer investigación acción en tiempos de emergencia marcados por las desigualdades, la violencia, la discriminación, los desplazamientos, la falta de espacios dignos para vivir y, por si fuera poco, una pandemia. Las niñas y los niños otomíes de la Ciudad de México, por estas razones, también han sido desplazados o expulsados de los espacios de educación formal y porque no cumplen con las expectativas de un sistema educativo anquilosado.
Las autoras explican en esta videocolumna cómo fue poner en marcha, contra viento y marea, el Proyecto Educativo Autónomo Otomí para combatir las barreras que limitan el desarrollo lector de las niñas y niños otomíes de la Ciudad de México. Desde el año 2018, estudiantado de la IBERO, comunidad investigativa y la sociedad civil trabajan en esta iniciativa para mejorar las capacidades psicolingüísticas de las niñas y los niños otomíes con modelos de enseñanza diferentes y en realidades complejas.
Con este modelo, la lectura es vista como diálogo, como un espacio para hacer preguntas y pensar. Este modelo desafía las ideas de la educación formal porque es una metodología sensible a la diferencia y a lo relevante. “Aprendemos a leer para conocer, para entrar en contacto con otras personas. Este modelo valora el esfuerzo que requiere el proceso cognitivo complejo de la lectura. Las investigadoras coinciden que con este ejercicio etnopolítico se pueden expresar afectos, solidaridad, interés mutuo y una forma distinta de percibir el acto de leer en un espacio de confianza.
La comunidad otomí de la Ciudad de México es un ejemplo de resistencia y de lucha, y está abierta a ser acompañada por la comunidad académica de la IBERO y de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Con este proyecto de investigación acción fue preciso aplicar el modelo de enseñanza de lectura incluso en la calle, a ras de piso, en la banqueta en un real acto de resistencia política.
El modelo de lectura compartida desarrollado por la Dra. Silvia Romero involucra a cada integrante de la familia para que las niñas y los niños adquieran mayor habilidad lectora y agencia porque la infancia debe ser protagonista de su propio aprendizaje. Este modelo ha sido implementado en otros espacios vulnerados, y ha permitido una escucha activa de narraciones de las niñas y los niños otomíes, y ha dejado de manifiesto el poder de la lectura de cuentos en voz alta.
Este material se comparte con autorización de la IBERO