Las protestas en Bielorrusia contra la ley de los parásitos sociales

Dení Freie

Barcelona | Desinformémonos. Desde hace unas semanas han habido varias protestas en Bielorrusia que poca atención han tenido en los medios de comunicación a nivel internacional. ¿De qué se tratan estas protestas?

Oleg, un chico bielorruso, músico y profesor que vive en Barcelona nos explica que las protestas se deben a una ley que impuso el gobierno hace un año: “esta ley obliga a las personas a pagar una multa de aproximadamente 200 euros si no trabajan o si trabajan menos de 183 días al año”.

¿Pagar una multa si no trabajas? Pero ¿cómo es posible eso? Podemos suponer que hay mucho empleo y que hay gente que no quiere trabajar, y por eso han hecho esta ley, para que los que no laboran, lo hagan. Pero no, no es así. “El problema es que no hay trabajo, en Bielorrusia tenemos crisis, hay falta de empleo y los salarios siguen bajando”, dice Oleg, por lo tanto, añade, “esta es una ley absurda, es surrealista”.

Oleg, quien también es miembro de la Asociación Bielorrusa de Periodistas, señala que oficialmente esta ordenanza se llama Ley para Mantener los Gastos del Estado, pero que la opinión pública a favor del gobierno la ha llamado «ley contra los parásitos sociales». Sin contemplaciones, una designación de mano dura, de una política severa.

De acuerdo con un comunicado de habitantes bielorrusos en Cataluña, que nos ha dado Oleg, esta política férrea es lo que ha caracterizado al gobierno de Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia, quien se ha descrito a sí mismo como como “un gobernante de estilo autoritario”.

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“Lukanshenko asumió el poder en 1994, tres años después de la independencia de Bielorrusia, en 1991 -explica Oleg-; 10 años más tarde reformó la constitución y eliminó los límites de plazo para que una persona asuma la presidencia del país. De este modo, hasta el día de hoy, más de 20 años después, él sigue siendo el presidente. Sí, ha habido elecciones, pero resulta que él siempre gana. Con el paso del tiempo las elecciones presidenciales cada vez más han sido cuestionadas y criticadas internacionalmente, pero él se mantiene en el poder”.

La gente ya está cansada, dice Oleg, “está cansada del gobierno y de la represión que se ha vivido durante todo este tiempo”. Oleg nos cuenta que cuando él vivía en Bielorrusia formaba parte de una banda de música, Krambambula, censurada por el gobierno: “nos prohibían tocar porque la letra de las canciones llevaba mucha sátira contra el régimen de Lukashenko. Pero, en general, porque el cantante era un chico famoso que formó el primer grupo de rock en el idioma bielorruso y era el icono de la música de oposición, se llama Lavon Volski”.

En este contexto, la gota que derramó el vaso fue la ley contra los parásitos sociales. “Las primeras manifestaciones importantes en contra de esta ley comenzaron el pasado mes de febrero -explica Oleg-. El año pasado hubo protestas pero éstas sólo ocurrieron en Minsk, la capital, y a veces en algunas ciudades grandes, pero en febrero las manifestaciones comenzaron a suceder también en varias ciudades pequeñas a lo largo del país”.

Una manifestación importante se realizó el pasado 25 de marzo. “Ese día es significativo porque se celebra la declaración de la República Popular de Bielorrusia, que ocurrió en 1918. Pero esta vez la gente no salió sólo por esta fecha sino sobre todo para protestar en contra del gobierno y para decir que está en contra de esta ley.”

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Y hay una diferencia en estas protestas, señala Oleg, “la gente no quiere un líder, parece que no lo necesitan. Porque lo que ahora quiere la gente, luego de tantos años callados, es decírselo todo, y para eso no necesitan un portavoz”.

Ante las protestas, el gobierno respondió con represión. En el comunicado de habitantes bielorrusos en Cataluña, se dice que en las protestas del 25 de marzo hubo más de 700 detenidos y heridos, entre ellos periodistas nacionales e incluso del extranjero. Al respecto, el periódico The Guardian reportó que la policía antidisturbios de Bielorrusia atacó a manifestantes que reclamaban el fin de la dictadura: “Policías antidisturbios y cañones de agua fueron desplegados en varias ciudades de Bielorrusia, y el servicio de Internet fue apagado en todo el país en un día de marchas y protestas”.

El comunicado de los bielorrusos radicados en Cataluña dice: “Algunas instituciones de la Unión Europea y los Estado Unidos expresaron su «preocupación» por lo que está sucediendo en Bielorrusa, pero la respuesta internacional en general a la ilegalidad de las estructuras de poder bielorrusas ha sido muy discreta”.

Para expresar su solidaridad con las protestas y denunciar la represión del gobierno de Bielorrusia, varias personas que forman parte de la comunidad bielorrusa en Cataluña, realizaron una concentración en la Plaza Sant Jaume de Barcelona el pasado martes 28 de marzo. Ahí estuvo Oleg, repartiendo volantes con el comunicado que nos dio a nosotros.

“Paralelamente a esta concentración -explica Oleg-, hubo otras en Varsovia, Praga, Nueva York, Kiev, y en otras ciudades. Yo creo que hoy en Barcelona ha sido la primera manifestación de los bielorrusos en el Estado Español. La idea es tratar de organizarnos, de crear una organización para apoyarnos, porque no existe, no tenemos nada y es necesario hacerlo”.

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