Venezuela en el ojo del ciclón y no solamente por la llegada de la tormenta tropical Don. Luego de tres meses de protestas violentas que han provocado 100 muertos, las derechas han decidido estrechar el círculo, declarando que ha llegado “la hora cero”. Hoy será formalizado un gobierno paralelo, definido de “unidad nacional” (pero sin más de la mitad del país). Para mañana ha sido proclamada una huelga general. Luego de la consulta del domingo, definida “plebiscito” (una instancia que no existe en la Constitución Bolivariana), la oposición ha lanzado “un ultimatum” al Presidente Nicolás Maduro para hacerle renunciar al voto del 30 de julio sobre la Asamblea Nacional Constituyente.
FREDDY GUEVARA, coordinador de Voluntad Popular (VP, uno de los partidos que componen la alianza MUD), ha anunciado “un incremento de presiones” que culminará en la última semana de julio: los primeros pasos de “un plan más grande”que inicia con la designación de otros juicios del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Y que apuesta al golpe de estado. El TSJ es el árbritro de los 5 poderes existentes en la Constitución Bolivariana designado para su equilibrio. Un equilibrio que la MUD quiere subvertir a partir del Parlamento, en el que resulta mayoritaria desde las legislativas del 2015: para restablecer la “democracia” representativa, borrando aquella participativa puesta en campo por la constitución de 1999.
LAS DERECHAS tienen su entera “comunidad internacional”. Y sobretodo los Estados Unidos de Trump, que han amenazado: “Si el régimen de Maduro impone su Asamblea Constituyente el 30 de julio, los Estados Unidos adoptarán masivas y rápidas acciones económicas”: para llevar al país a “una plena y florecida democracia” (modelo Donald Trump). También Federica Mogherini, Alto representante de la Unión Europea para las Relaciones Exteriores se ha unido al coro de países neoliberales latinoamericanos para pedir la suspensión de la Asamblea Constituyente. “En Venezuela comandan los venezolanos y las venezolanas. Te has equivocado de país, Federica Mogherini: Venezuela no es una colonia Europea”, ha respondido Maduro dándole de la “insolente”.
La Unión Europea todavía no ha respondido a Trump, que ha pedido explícito apoyo para imponer nuevas sanciones a Caracas, como quisiera también la España, pero ha dejado la puerta abierta. De tono análogo la intervención del Ministro de Relaciones Exteriores Italiano, Alfano en la Cámara: ayuda a las empresas italianas en Venezuela con “un plan extraordinario de un millón de euros”, y apoyo a la línea de los obispos que relanzan la agenda de la MUD contra la Constituyente “comunista”. Alfano ha pedido “a la Rai y a los medios de información de dar la máxima atención a la crisis de Venezuela”.
UNA ATENCIÓN en único sentido, visto el total oscurecimiento de la simulación electoral desarrollada el domingo para el voto del 30. La gran participación chavista a las urnas ha sido registrada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), por los periodistas independientes y por las redes sociales, pero nada ha sido filtrado en los media mainstream. El País, en cambio, ha atribuído la foto de una larga fila a las urnas para la Constituyente al “plebiscito” de la MUD. Luego se ha disculpado, dando la culpa a la agencia Efe.
A TIEMPO record, la MUD ha comunicado de haber recogido más de 7’200.000 votos: cuantos ha totalizado en las presidenciales del 2013 su candidato Henrique Capriles, que Maduro ha superado con 7’505.338 de preferencia. Luego las papeletas han sido incineradas por motivos de “privacy”. El fraude del voto ilegal ha resultado evidente por el cálculo entre el número de escaños, tiempos, y presunta cantidad de votantes, que habrían debido expresar las preferencias al ritmo de un rayo. Y que han repetido el voto muchas veces. Pero los medios internacionales, sinembargo, han dado por certero el resultado de la consulta, avalándolo como “referendum contra la dictadura”. Una singular dictadura: que ha consentido y tutelado el voto ilegal. Y que no ha echado fuera al grupo de expresidentes conservadores como el mexicano Fox y el colombiano Pastrana, desembarcados en el país a dar lecciones de “derechos humanos” no obstante los antecedentes represivos. El CNE difundirá en el día de hoy los resultados de la simulación legal.
Pero la MUD definitivamente ha saltado el abismo en favor de la nunca adormecida vena golpista. En juego hay intereses gigantescos, los recursos petroleros (y no solamente) de Venezuela. Desde hace meses, las grandes multinacionales que guían la política de Trump alimentan la lucha para “el cambio de régimen”. Dos de los políticos más beligerantes contra Maduro en el Senado de los Estados Unidos -Marco Rubio y Ed Royce – son financiados por la Exxon Mobil, cuyo actual Secretario de Estado Rex Tillerson ha sido director ejecutivo. Para financiar la violencia en Venezuela a través de un sinfín de ong’s, han sido asignados 5’500.000 dólares, más otros fondos adicionales.
Traduccion Gabriela Pereira
Texto publicado originalmente en Il Manifiesto. Lo reproducimos con autorización de la autora.