Ciudad de México | Desinformémonos. La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos realizó un operativo para evitar que alrededor de 150 migrantes cruzaran la frontera Tijuana-San Diego la madrugada del 1 de enero y lanzó gases lacrimógenos hacia el territorio mexicano.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), 25 migrantes, entre los cuales había dos adolescentes, consiguieron cruzar la frontera, pero fueron detenidas.
“La mayoría, incluyendo a aquellos con hijos, regresaron a México a través de un agujero debajo de la cerca o trepando sobre ella”, explicó la CBP a través de un comunicado, en el que añadió que hubo un grupo de migrantes que lanzó piedras contra la Patrulla Fronteriza.
“Los agentes desplegaron humo, gas pimienta, y gas en una posición contra el viento de los lanzadores de rocas y hacia el sur de la valla fronteriza”, señaló la CBP.
La Patrulla Fronteriza implementó un helicóptero que sobrevoló la zona con su faro luminoso y 15 patrullas, desde las cuales advirtieron a los migrantes que desistieran de entrar a Estados Unidos.
Tras varios intentos, los migrantes regresaron al campamento instalado en una bodega proporcionada por el gobierno federal, donde son constantemente amenazados de desalojo por las autoridades locales.