El Movimiento de Inquilinas e Inquilinos se movilizó en la ciudad de Caracas para solicitar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro la profundización de la Revolución y la democratización del suelo urbano para lograr una vivienda digna a través de una política integral que atienda el problema habitacional de los arrendatarios.
Con la consigna «la vivienda es un derecho no una mercancía», los militantes marcharon desde Parque Carabobo hasta la sede de la vicepresidencia en la avenida Urdaneta de Caracas.
La defensa y aplicación debida de la Ley de Arrendamiento, venta de edificios de vieja data a precio justo y el cese de desalojos arbitrarios por parte de los propietarios son las exigencias que llevó este grupo en representación de las casi 7 millones de personas que hoy en Venezuela viven en condiciones de inquilinato.
«Nos movilizamos para denunciar las sumas exageradas que cobran por los alquileres» dijo Mary Sequera, asistente a la actividad quien ratifica que el movimiento no está pidiendo soluciones regaladas, solo pretenden visibilizar su lucha hasta lograr un espacio digno para vivir.
Por su parte Jasmín Martín, vocera del movimento manifestó su preocupación por el incremento de los cánones de arrendamiento que se aplican en el país producto de la especulación inmobiliaria. «El mercado capitalista juega con la necesidad del pueblo. Un techo digno no puede ser una mercancía, no jueguen con nuestro bolsillo» puntualizó.