“Empezó a surgir la idea de hacer trascender cosas que nunca van a llegar a los periódicos, esta cuestión no oficial que está detrás que es lo que realmente se vive en la calle y que puedes observar a partir de deambular. En las calles encuentras mucha poética.”

Ehécatl Ríos es un fotoperiodista de Xalapa que algo cansado de estar fotografiando siempre a los mismos personajes, apuntó el lente a lo que tenía alrededor. “Una vez, pasando por la calle Enriquez, en frente a dónde está la catedral, vi a un señor con un sombrero y ropa de manta jugando con su sombra, proyectándola sobre la catedral de Xalapa. Esa fue la primera imagen que salió, de ahí se me cruzó la idea.”

Fueron casi tres años de retratar a las personas que a diario circulan y frecuentan el primer cuadro de la ciudad, la zona céntrica. De eso, cosechó un acervo de más de 600 imágenes, que tradujo en una exposición fotográfica de 54 fotografías verticales, retratos, de personajes típicos de la ciudad, “que se vuelven parte de la arquitectura cotidiana, esos que ya no percibes por ser tan comunes.”

Ehécatl cuenta que es esa estética la que más se ve estudiando en la facultad, sobre todo fotografías de principios de los años 1920 y 1930 y que son las imágenes que más se le quedaron grabadas. No los grandes acontecimientos mediáticos, sino los episodios de la vida cotidiana que “reflejan mucho más que la verborragia de las versiones oficialistas que te van diciendo que es lo que va a trascender a la historia.”

Con esa matriz estética, jugando con las líneas, los puntos de fuga, las diagonales con sombras compuso una estética común que aúna la selección. También, dice, “a riesgo de sonar pretensioso”, buscando las líneas de recorte de los rostros que se forman naturalmente con la luz, como en las obras del barroco holandés, armó tres conjuntos de fotografías: personajes típicos de la ciudad, indigentes y chavitos que hacen break dance, parkur o bmx por el centro de Xalapa.

“Detrás de cada uno de ellos hay una historia muy fuerte, desde el chavito que vende rosas y la explotación o discriminación que sufre, muchas veces viniendo de otros estados, a la señora que también vende rosas desde hace décadas”

Hay muchos trabajadores en la selección de las fotos expuesta, ¿por qué? “No elegí las fotos más fuertes ni más crudas. En cada imagen intento presentar algo no resuelto, que no sea una respuesta sino más bien una pregunta al que observa, que el que mira se interrogue y explore sus propias problemáticas.”

Esta exposición es la segunda individual del fotógrafo y fue armada a pulmón con otro amigo suyo, con quien hizo la curaduría y el montaje en la Sala IV de Xalapa. “Al principio sentía un poco de resistencia a exponer porque pienso que el alcance que tienen las redes sociales es mucho más amplio del que puede darte una galería, que se vuelve un espacio elitista y lejano. De repente el arte se vuelve tan ajeno a la gente porque es un reflejo de la época: consumista, elitista, de modas pasajeras, que cuando se vuelca al arte, le hace perder sus valores éticos. Me decidí a conseguir el espacio porque hacerlo también es transgredir este tipo de espacios que están destinados a las altas esferas, ese arte que pretende reafirmar el mal gusto de aquellos que pueden comprarlo.”

Ehécatl cuenta que la colección está en venta para pagar los gastos de impresión, que cubrió de su bolsillo pero que no le gusta ponerle precio a su trabajo. “Trato de que el retrato sea algo más ético que estético. Pienso en esas revistas de moda que traen cientos de mujeres photoshopeadas crean una satisfacción en las personas que las miran en base a un esquema de belleza falso, ese que debes seguir o conseguir. Es tan poco poético hacer eso. Evito idealizar esa belleza arquetípica, en la imperfección está la esencia de las personas, la verdadera belleza es la que nos hace diferentes.”

La serie está dedicada a Nadia Vera, Rubén Espinosa y Regina Martínez, periodistas los dos últimos, asesinados durante el actual gobierno del estado en manos de Javier Duarte. “La realidad oficialista que va a perdurar en los libros de historia no es la que se vive en las calles. Si no retrata ese tipo de cosas que están sucediendo, la indigencia, el comercio informal, la falta de certezas laborales, si no hay registro de esa contraparte no van a trascender. Es un contrapeso para el Veracruz bonito que nos pintan. Y eso que esta es la capital del Estado. Si esta desigualdad social está tan presente en el primer cuadro de la ciudad, ¿cómo será el resto?”

Así como lo hicieron ellos, develando lo que está oculto, mostrando cosas que existen pero se niegan, que están al margen de todo, que no se ven a pesar de que están frente a los ojos.

De la calle, fotografía Eka Ríos 

del 5 de diciembre al 3 de enero

Sala IV del ágora de la ciudad, Bajos del Parque Juárez, Xalapa, Veracruz

Entrada libre