A menos de tres semanas de que den inicio las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), nos quedan más dudas que respuestas.
Durante la campaña presidencial, Donald Trump amenazó abiertamente con salirse del TLCAN y a principios de este año, reiteró que México pagaría por el muro, pero también pagaría por el déficit comercial que Estados Unidos tiene con nuestro país.
De lo anterior, derivaron diversas acciones por parte del gobierno estadounidense para que empresas automotrices cancelaran sus proyectos de inversión en México y regresaran a su país de origen; además de las amenazas en contra de otras compañías extranjeras para que dejaran de armar los automóviles en México y los exportaran al mercado estadounidense.
Esto generó una gran inconformidad en la canciller alemana Angela Merkel, ya que las empresas alemanas se verían afectadas. ¿Por qué el sector automotriz? Porque una gran parte del déficit comercial que dicho país tiene con nosotros es precisamente por todas las importaciones de vehículos y autopartes provenientes de México.
En el año 2016, Estados Unidos importó 294 mil millones de dólares de mercancía mexicana y exportó 231 mil millones de dólares, lo que arrojó un déficit para ellos de 63 mil millones de dólares.
¿Qué rumbo tomarán estas renegociaciones? Desde hace meses, el presidente Trump dijo que iba a imponer aranceles a productos mexicanos, pero no será tan fácil.
Por lo que, desde mi perspectiva, los estadounidenses buscarán, posiblemente, negociar barreras arancelarias. Al no lograrlo, irán por barreras no arancelarias como: cupos, exigencia de mayor documentación a cumplir, entre otras, para disfrazar lo que he denominado como ‘modelo proteccionista antimexicano’.
¿Cuál será la agenda multilateral? Seguramente estarán los siguientes temas:
* Mecanismo de solución de controversias: EU amenazó con negociar la eliminación el Capítulo 19 del TLCAN que habla sobre la solución de controversias en materia de cuotas compensatorias y antidumping. Aunque existe el mecanismo de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio donde se han ventilado y resuelto varias disputas, México y Canadá no aceptarán esta imposición de EU, pues sería regresar al imperialismo pero ahora en términos comerciales.
* Reglas de origen: serán más duras en cuanto al contenido regional para poder pasar con “cero arancel”. Seguramente EU será el más enérgico en este tema.
* Comercio electrónico: no existía hace 25 años cuando se negoció el TLCAN.
* El sector textil mexicano ya se expresó preocupado debido a que empresas estadounidenses han solicitado a su gobierno que el monto máximo que hay actualmente en México para entrar libre de arancel pase de 50 dólares a 800. Como esta situación no está limitada sólo a artículos terminados, se puede prestar a que se pase a México hasta 800 dólares en insumos del sector textil, lo que dañaría a este sector nacional.
* Facilitación comercial: deberá estar alineado al Acuerdo de Facilitación Comercial de la Organización Mundial del Comercio que entró en vigor este año.
* Determinar el sistema de resolución de controversias para el área de Inversión Extranjera Directa.
* Sectores vulnerables para cada país: así como lo son la madera y los lácteos para Canadá; el automotriz y los aceites de petróleo para EU; los sectores textil, azucarero y de leche son vitales para México; por lo que cada país defenderá desde su trinchera aquellos sectores que le dan ventaja absoluta o comparativa a nivel mundial.
En lo personal, propondría además de los anteriores:
* La ciberseguridad: enfatizada en el ciberespionaje dentro del intercambio de bienes para evitar el narcotráfico.
* No se ha mencionado nada respecto a qué pasará con el Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN), tras la salida de EU del Acuerdo de París.
* La implementación de mecanismos para homologar estudios profesionales y que, bajo el marco del Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte (ACLAN), se reconozcan los títulos profesionales para poder ejercer en los tres países. Muy ilusorio pero necesario.
De lo anterior se desprende que veamos como puntos críticos:
* Los criterios en las cadenas de suministro para establecer las reglas de origen y que esto no sea un obstáculo para avanzar en la creación de las cadenas globales de valor.
* El factor ‘China’: esto se refiere a que EU no piense que si México no está de acuerdo en algo, en lugar de negociarlo, voltee a ver a China ya que ahora sus relaciones comerciales se han hecho mucho más estrechas y el gigante asiático se ha convertido en el primer socio comercial para la Unión Americana, desplazando a Canadá. No se puede olvidar que EU tiene un déficit comercial con China mucho mayor que el que tiene con México.
* Sector agrícola mexicano: a través de barreras no arancelarias, EU podría sabotear los productos mexicanos.
* Elemento electoral: la renegociación tendrá en su contra la elección presidencial en México, a realizarse en julio de 2018, y las elecciones intermedias en EU, que se llevarán a cabo en noviembre de ese mismo año. Por lo que es muy factible que los actuales gobiernos ‘aceleren’ este proceso de renegociación para que no quede manchado por las elecciones.
De las siete o nueve rondas que se prevén, la primera será del 16 al 20 de agosto en Washington. No sabemos qué pasará, pero sólo espero que no haya manifestaciones ni marchas con tintes políticos en nuestro país para oponerse a la renegociación.
Honestamente, sí creo en la globalización, en el libre comercio y en los beneficios en cuanto al desarrollo y crecimiento económicos como resultado de un tratado comercial.
Lo que sucede en México es que se le echa la culpa al TLCAN de todo: pobreza, inseguridad, desempleo, migración, entre otros, pero lo que no se dice es que estamos como estamos no por culpa del TLCAN, sino por tanta corrupción, impunidad, sobornos a altos niveles, ‘rateros’ de cuello blanco y analfabetos en la esfera política.
En fin, más dudas que respuestas…
*La Dra. Aribel Contreras Suárez es académica e investigadora de tiempo del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.