La Policía sudafricana disparó el jueves sobre miles de mineros que se estaban manifestando armados con palos y machetes y acabó con la vida de más de 30, según las últimas informaciones policiales citadas por AFP. El Sindicato Nacional de Mineros de Sudáfrica (National Union of Mineworkers, NUM, en inglés) afirma que la cifra de muertos asciende a 36, según informa France Presse.
Un reportero de la agencia de noticias de Sudáfrica SAPA dijo haber contado 18 cadáveres. Fotografías e imagénes de televisión desde la escena muestran a los policías con chalecos antibalas y rifles de asalto y, en el suelo, cuerpos ensangrentados de mineros.
Se trata de trabajadores en la mina de platino de la empresa Lonmin en Marikana, a unos 100 kilómetros de Johannesburgo. Los disturbios comenzaron el pasado día 10, cuando unos 3.000 mineros abandonaron sus puestos de trabajo para protestar por sus condiciones salariales. La empresa llamó a esta acción una huelga ilegal.
«Los trabajadores en huelga continúan armados y sin trabajar», había dicho en un comunicado enviado hoy antes de estos sucesos la empresa, Lonmin. «Esto es ilegal», añadía la compañía, que ha amenazado con despedir a los mineros que no vayan a trabajar mañana viernes. Lonmin, de propiedad británica, es la tercera mayor productora de platino del mundo.
Los enfrentamientos de hoy se produjeron mientras los agentes, con el apoyo de vehículos blindados, levantaban barricadas con alambre de espino. Frente a ellos, en una pequeña colina, se encontraban los alrededor de 3.000 mineros. Entonces, un grupo de trabajadores consiguió superar el perímetro y acercarse a la Policía, que respondió con disparos, según ha descrito un reportero de la agencia Reuters, que tras el tiroteo llegó a contar siete cuerpos en el suelo.
Había mineros armados con palos, machetes y lanzas. No está claro si también tenían armas de fuego y si podrían haber disparado contra la Policía antes de que los agentes abrieran fuego.
Una semana de disturbios
La mayoría de los mineros que están protestando están representados por la Asociación de Mineros y Trabajadores de la Construcción (Association of Mineworkers and Construction Union, AMCU, en inglés).
Los trabajadores que el día siguiente intentaron acudir a sus puestos fueron atacados, según fuentes de la empresa y del Sindicato Nacional de Mineros de Sudáfrica, más antiguo y enfrentado al AMCU, que se creó más recientemente y es mucho más activo en sus demandas.
Líderes de ambos sindicatos han mantenido varias conversaciones durante estos días pero, por el momento, no han llegado a ningún acuerdo. Mientras, mineros de uno y otro sindicato se han ido enfrentado entre sí y con la Policía durante la última semana.
El domingo, manifestantes mataron a dos guardas de seguridad tras haber prendido fuego a su coche. Un día después, las fuerzas de seguridad no pudieron detener a otro grupo violento, que acabó con la vida de dos trabajadores y a dos policías. Éstos respondieron abriendo fuego y matando a al menos tres manifestantes, según informaron las autoridades y la propia Policía.