Por todo el mundo es conocido que la guerra que ya lleva 9 años en Siria ha provocado una fuerte oleada de refugiados. El conflicto persiste con la intervención militar de las principales potencias imperialistas y de la región. Es en el marco de esta intervención y las divergencias entre los imperialismos de la Unión europea y el de Turquía en la que se encuentran decenas de miles de refugiados en su camino para escapar de una guerra devastadora.
Es en el marco de ésta intervención y las divergencias entre los imperialismos de la Unión Europea y el de Turquía, donde se encuentran decenas de miles de refugiados en su camino para escapar de una guerra devastadora.
La forma en que la UE “resolvió” la oleada inmigratoria incluyó un acuerdo con Erdogan para evitar que los refugiados pasen por el territorio turco para llegar a territorio de la UE. Sintéticamente la UE pagó 6.000 millones de euros para que Turquía se quede con los refugiados que Europa no quiere recibir. Ese acuerdo ahora está en tela de juicio.
Turquía exige a la UE más apoyo en el conflicto armado en Siria y más dinero para poder “gestionar” la diáspora del pueblo sirio. De hecho, sus tropas en Siria sufrieron un ataque con el saldo de más de 34 soldados muertos. Y, para ello, Erdogan ha tenido la idea de presionar abriendo las fronteras a miles de refugiados que malviven en campos de refugiados.
La Unión Europea les recibe de la misma forma: con represión ante la posibilidad de cruzar la frontera. Miles de refugiados han dormido al raso en algún lugar cercano a las fronteras griegas de la Unión Europea con Turquía. La policía turca también hace “su trabajo” reprimiendo a los refugiados para empujarlos a atravesar la frontera. Los refugiados se encuentran en tierra de nadie hostigados por ambos lados.
El estado turco está llevando a miles de refugiados a la frontera y les empele a cruzarla por la fuerza. La policía griega les “recibe” con gases lacrimógenos y palos. Es calamitosa la situación que sufre el pueblo sirio desde hace años. Ya sea en Siria soportando la intervención militar imperialista, en Turquía con campos donde malviven o usados por Erdogan para ganar fuerza en el conflicto actual.
Unos cuatrocientos refugiados han llegado a Lesbos con embarcaciones precarias. Allí han actuado violentamente bandas fascistas contra los refugiados que llegaban. Incluso se ha incendiado un centro del ACNUR en la isla. Los periodistas que cubrían la llegada fueron amenazados en caso de cubrir las agresiones fascistas.
El ejército griego se encargó de fortalecer las vallas y alambradas. Y el mismo gobierno ha declarado que al menos durante un mes no recibirán ninguna petición de asilo y que no permitirán el cruce de fronteras a ningún refugiado.
Esta tarde ha recorrido el mundo la imagen de guardacostas griegos arremetiendo contra una barca de personas inmigrantes, a golpes de palo y disparos con tiros al aire.
No hay palabras para lo que está ordenando el gobierno griego a sus policías. Hoy han estado a punto de matar a un grupo de refugiados en el mar. Ya no es por omisión, es una acción deliberada. https://t.co/o4b27Wf9i1
— · Hibai Arbide Aza · (@Hibai_) March 2, 2020
A tal punto que un inmigrante sirio que trataba de cruzar de Turquía a Grecia ha muerto tras las heridas ocasionadas por la represión de las fuerzas de seguridad griegas que intervinieron para evitar el paso de migrantes reunidos en la frontera.
Es la política imperialista de la UE
Lamentablemente, nada de esto puede decirse que sea nuevo. La política migratoria de la UE es criminal. No solo por los miles y miles que se mueren atravesando el Mediterráneo sin ayuda alguno del “viejo continente” que interviene militarmente sobre Siria. También reprimió duramente a los refugiados sirios que llegaron en 2015.
Recientemente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos avaló las devoluciones en caliente que comenzó aplicando el gobierno de Mariano Rajoy y que también continúa haciéndolo el “progresista” de Pedro Sánchez. Incluso Grande Marlaska anunció queelevará las vallas de Ceuta y Melilla y se comprometió a principio de año a construir un Cie en Algeciras.
El problema no son los refugiados, sino la política imperialista de las potencias europeas. En el caso de Siria, también hay que incluir a EEUU, Rusia, Turquía y otras potencias. Si no hubiera habido la intervención militar en Siria, tampoco habría habido la oleada migratoria. A las agresiones de los grupos fascistas y la violencia institucional de la UE hay que oponer una política de solidaridad con los refugiados y provocar el fin de la intervención imperialista directa (o indirecta) en Siria. El problema es el capitalismo imperialista.