Santiago, 4 de abril. La Suprema Corte de Justicia de Chile rechazó hoy siete recursos de protección presentados por parlamentarios y grupos ecologistas contra el proyecto hidroeléctrico en la región austral de Aysén, que se decidió por tres votos contra dos para autorizar la construcción de cinco centrales hidroeléctricas en la Patagonia.
Los movimientos sociales de Aysén, que han mantenido una combativa protesta por el abandono de los políticos de su región, propusieron que el tema se sometiera a un plebiscito, el cual aún está pendiente en las negociaciones con el gobierno.
El llamado programa Patagonia sin Represas, que se opone al proyecto hidroeléctrico, sostuvo que todavía quedan juicios civiles y penales, y que este es el comienzo de la batalla judicial
, ya que se recurrirá a otras instancias judiciales, e incluso a tribunales internacionales para detener dicho plan.
Uno de los líderes del movimiento social de Aysén, Iván Fuentes, calificó el fallo de la corte de injusto
. Dijo que los tribunales tienen su propio carril, aún falta que hable la gente de la Patagonia, a quienes nunca se nos ha preguntado si estamos en favor o en contra de este y otros proyectos
.
Por lo demás, persisten cuestionamientos contra uno de los ministros de la Suprema Corte que posee acciones en la firma Endesa, participante en el proyecto energético, y que no se inhabilitó
.
Los jueces de la Suprema Corte ratificaron así un dictamen anterior de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, y corroboraron que no hubo actuar arbitrario en la resolución del organismo ambiental que autorizó el proyecto
.
Los grupos ecologistas y los parlamentarios presentaron en mayo del año pasado demandas por actuación arbitraria contra la Comisión Regional del Medio Ambiente de Aysén por haberle dado autorización a este proyecto de la millonaria familia Matte, alegando que va a destruir bellezas naturales irremplazables con el megaproyecto energético que construirá cinco represas y otras obras.
HidroAysén, como se denomina la empresa en cuestión, anunció una inversión de 3 mil 200 millones de dólares para generar alrededor de dos mil 750 megavatios de energía eléctrica. Según el plan, las centrales se construirán en el cauce de los ríos Baker y Pascua para llevar la energía al norte del país, cuya intención sería brindar electricidad a futuras minas de cobre.