Milagrosamente de entre los escombros también han sido rescatadas algunas mascotas, y gracias a los voluntarios que han trabajado incansablemente durante horas, Mugrosita, una pequeña mestiza embarazada que encontraron en una edificación derrumbada de Tlalpan, se salvó de morir asfixiada junto a sus cachorros que estaban a punto de nacer.
Sus rescatadores la llevaron inmediatamente al Hospital Veterinario UNAM-Banfield, donde han estado atendiendo gratuitamente a mascotas afectadas por el sismo.
La pequeña llegó en una labor de parto muy complicada, con una seria deshidratación y además con anemia, dijo en entrevista para UNAM Global Pedro Mora, supervisor de calidad médica del hospital.
Mugrosita, como la llamaron sus rescatadores, tiene alrededor de tres años y al llegar a Banfield inmediatamente entró a cirugía para tener exitosamente a sus 10 cachorros, quienes están completamente sanos en casa de sus salvadores.
No obstante, la perrita sigue internada en la clínica porque todavía se encuentra muy débil y tiene un poco de anemia, pero lo va a lograr, añadió seguro y orgulloso Mora.
Los voluntarios que la llevaron al hospital la adoptarán, y además buscarán un hogar a sus 10 pequeños, que por el momento son alimentados con mamila y están a la espera de un hogar.
Un gran corazón
Para un médico veterinario dedicado a atender perros y gatos esta es una de las partes más satisfactorias de nuestra profesión, el poder ayudar a mascotas, especialmente aquellas que no tienen quien interceda por ellas.
Al respecto, añadió el entrevistado, la mayoría de los pacientes que recibimos como consecuencia del sismo fueron animales traídos por voluntarios. En promedio, llevamos entre 25 y 30 pacientes atendidos en estos días, y cerca del 80 por ciento los trajeron diversos voluntarios quienes tienen un gran corazón.
Los sitios de donde los recibimos son muy diversos, de la Ciudad de México tenemos varias mascotas, por ejemplo, de San Gregorio, en la delegación Xochimilco, pero también tenemos de Tlalpan, Ajusco y Coapa.
El resto de las mascotas atendidas vienen del estado de Morelos, especialmente de Jojutla. La mayoría de ellos, añadió el médico, están en proceso de recuperación, de hecho muchos ya se fueron a sus nuevos hogares.
Sobre las lesiones de los peludos afectados, el experto detalló que fueron muy diversas. “Estamos hablando que la mayoría tuvo fracturas de pelvis, de las extremidades posteriores o anteriores, algunos traumatismos graves en el tórax o abdomen, y afortunadamente, casi todos lograron salir adelante”.
También tenemos otro segmento de pacientes que no necesariamente fueron siniestrados por el evento, pero que a consecuencia de esto y de la salida masiva de voluntarios en las calles han sido rescatados, perritos con padecimientos crónicos, pérdida de peso considerable, con pulgas, anemia e incluso parásitos. Todos los hemos atendido.
Además, hemos dado revisión a perros rescatistas para ver que estén en buen estado y puedan seguir con sus labores en esta difícil situación.
El caso de Tlaqui
Otro caso exitoso de rescate es Tlaqui, también llamada así por sus rescatadores. La perrita se encontraba en la comunidad de Jojutla, en el estado de Morelos, vagando cerca de los escombros.
Llegó con varias fracturas recientes en una de sus patitas traseras y varias heridas que seguramente ya tenían un tiempo, además de una desnutrición severa. Actualmente, se encuentra en proceso de recuperación, destacó el veterinario.
Esta peludita fue traída por voluntarios de la Ciudad de México que trabajaban en el estado de Morelos, quienes también se encargarán de brindarle un hogar y cuidarla.
Los desamparados
En estos días los voluntarios se han preocupado por toda la vida que han podido salvar, y una muestra son todos los animales atendidos en el Hospital Veterinario UNAM-Banfield.
Entre ellos también están dos gatos: Bonita quien fue recogida por un vecino y vivía en el estacionamiento de un condominio, y otro felino que todavía no tiene nombre, también cuidado por voluntarios.
También están algunos otros caninos que han sido recogidos por voluntarios como son: Cabo, un mestizo de cinco años; Jannis, mestizo de ocho semanas; Georgie, un bóxer adulto; y Luna un Pastor belga, de 22 semanas.
Además, están aquellos llevados por sus familiares como Thor un labrador de un año y Ironcan un mestizo adulto.
Este material se compartió con autorización de UNAM Global