La grieta del olvido

#miraraloriente19s estudiantes y profesores de UACM SLT

Ubicadas sobre el antiguo lecho del lago de Xochimilco, construidas encima de la zona más profunda de su cuenca se levantan desde hace cuatro décadas las colonias El Molino, Cananea y La Planta al sur de la delegación Iztapalapa y la Colonia del Mar territorio de la actual delegación Tláhuac. Vecinas todas de una de las últimas zonas chinamperas de la Ciudad de México, perteneciente a los pueblos de San Gregorio Atlapulco y San Luis Tlaxialtemalco, estas colonias han sido fuertemente golpeadas por el sismo de 7.1 grados Richter del 19 de septiembre.

La destrucción urbana sigue la lógica retorcida de una enorme falla geológica de varios kilómetros de longitud que con el reciente terremoto develó sus ramificaciones. Cientos de casas, decenas de cuadras, manzanas enteras sufrieron hundimientos, inclinaciones y agrietamientos estructurales. Muchas viviendas han sido declaradas como inhabitables y hoy se encuentran vacías. Algunos de sus moradores viven en carros, en casas de campaña o bajo lonas improvisadas en andadores y banquetas. La pérdida de los servicios básicos, primordialmente el del agua potable ha sido uno de los factores más sensibles en el aumento de la desesperación de las familias. El sistema de alimentación del líquido sufrió cientos, si no es que miles de fracturas, por lo que el regreso del servicio en esas condiciones de filtración y ablandamiento coloca en mayor riesgo a los habitantes de la zona.

Los pobladores, trabajadores, muchos de ellos inmigrantes, algunos damnificados de otros infortunios conocen bien la grieta, la han vigilado por décadas, les ha jugado ya malas pasadas pero nunca una tan cruel y dolorosa como la actual. Las mayores devastaciones se localizan, como siempre, en los andadores más humildes, en ellos las familias se han quedado literalmente sin nada.

A esto hay que sumar la acción ineficaz de las estructuras de gobierno que no atinan más que a marcar con cruces y triángulos grafiteados en puertas y paredes las viviendas de mayor riesgo. Tres mil pesos para un mes de renta y no más, ha sido la ayuda que algunos han recibido. El resto, ha tenido que lidiar contra la tradición más destructiva del clientelismo partidista para reiniciar la auto-organización. La sociedad civil también tardó en llegar. El “epicentro” como han llamado los medios a las colonias céntricas afectadas robó la atención social. La solidaridad de la sociedad civil y con ella la universitaria tardó pero hoy se consolida en una tarea que se aprecia de largo aliento. La realidad de por sí compleja de la periferia de la ciudad y las condiciones del desastre imponen un reto para todos. El compromiso de acompañamiento académico y social de la comunidad de la UACM tendrá que trascender sin duda la emergencia.

…otras brigadas salieron a recabar información sobre daños causados por el sismo con la finalidad de incluirlos en la plataforma verificado 19s y hacer visibles las afectaciones al oriente de la ciudad, y también de identificar las necesidades más apremiantes en la zona.

Reconociendo la urgencia de abrazar y contener a los niños de nuestras comunidades afectadas por el sismo, la brigada uacemita de talleres ha organizado actividades culturales para sacudir el susto y reencontrar las sonrisas.

https://www.facebook.com/QuehacerTezonco/

Centro de acopio

Calle Prolongación San Isidro 151, Iztapalapa,

San Lorenzo Tezonco, 09790 Ciudad de México, CDMX

Contacto: miraaloriente@gmail.com

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