¡La Glorieta se queda!

Colectivo Híjar

Foto: Gerardo Magallón

Aunque con experiencias anteriores, es desde 2015 cuando un conjunto de comunidades agraviadas por la injusticia y la impunidad deciden dar un paso más, fundamental, en la expresión de sus demandas por memoria, verdad y justicia. Con la construcción, en los años subsiguientes, de la Ruta por la Memoria en Paseo de la Reforma y el Centro Histórico, se erigió el espacio público como el espacio al que todas y todos los ciudadanos tenemos derecho. Existen suficientes testimonios de estos procesos, muy alejados de la improvisación, al revés, ejemplo de organización colectiva y suma de voluntades.

Foto: Gerardo Magallón / Desinformémonos

La Glorieta de las Mujeres que Luchan es parte de esta Ruta, resultado no solo del dolor sino de la indignación frente a la escalada imparable de violencias contra las mujeres. Baste solo mencionar que 11 mujeres son asesinadas cada día en este país. No son solo las muertes y las ausencias sino la cauda de afectación que ellas conllevan en sus familias y comunidades. La Glorieta materializa todo esto y más, sobre todo la decisión de actuar en colectivo y sumar luchas y resistencias, lo mismo contra los feminicidios impunes que por las víctimas de desaparición forzada, los asesinatos contra periodistas, defensoras de la tierra y el territorio y la larga lista de agravios vividos como mujeres y como ciudadanas.

Desde su instalación, ejerciendo los derechos a la ciudad y a la memoria histórica, la Glorieta ha sido objeto de agresiones por parte de un gobierno de la ciudad que se jacta de democrático. Ahí están los comunicados emitidos, incluido el valioso documento cronológico de todo lo vivido. Todas y cada una de estas agresiones han sido respondidas con acciones colectivas que refrendan los objetivos de la Glorieta representados en la Antimonumenta-Justicia, la figura de una mujer con el puño en alto. Colectivamente se escribieron los nombres de mujeres ejemplo de lucha, se instaló un Jardín de la Memoria, un tendedero de denuncia frente al acoso y las agresiones sexuales cotidianas, se han realizado múltiples actos culturales en donde priva la sororidad y la empatía entre mujeres que han dicho ¡basta!

Foto: Gerardo Magallón / Desinformémonos

El Frente Amplio de Mujeres que Luchan (FAML) no se ha negado a dialogar con el gobierno de la Ciudad de México, al revés, han acudido a cuanta reunión han convocado invitando a la CDH de la Ciudad de México como mediadora. Todo ha sido inútil ante la intransigencia y, sobre todo, la necedad de la Jefa de gobierno de imponer su voluntad de instalar, ya en dos ocasiones, esculturas a modo dizque representativas de las mujeres indígenas. Para nadie es un secreto los cabildeos y manipulaciones propias de los gobiernos y éste no es la excepción acudiendo a grupos de mujeres que, como probaron múltiples testimonios, no saben ni a qué acuden a manifestarse a cambio de atención a sus particulares problemáticas.

Los símbolos nacen del cobijo comunitario, como la Antimonumenta-Justicia, no de la imposición como pretende el gobierno de la Ciudad de México erigiéndose el derecho de decidir qué representa a las mujeres indígenas, sin sustento comunitario, sin asiento en el presente de lucha, dándoles la espalda a las víctimas reales, como lo ha hecho también el gobierno federal, para asumir una postura autoritaria y voluntariosa al carecer de argumentos que no sean los fabricados a partir del clientelismo al que están habituados como única forma de relacionarse con las comunidades y las personas necesitadas de soluciones a sus más sentidas demandas. El proyecto planteado para la Glorieta por el gobierno de la Ciudad es similar al fallido “Memorial a las víctimas de violencia en México” construido por los dos gobiernos federales anteriores: un espacio sin vida, sin cobijo comunitario, espacio vacío, en más de un sentido, que no significa nada a nadie, tan lejanos de los Antimonumentos y Glorietas de la Ruta por la Memoria.

Foto: Gerardo Magallón / Desinformémonos

La Glorieta de las Mujeres que Luchan no es una escenografía sino un espacio vivo, de reunión, de compartición, de acuerdo, de acompañamiento, de expresión y de comunicación entre distintas colectivas y grupos de mujeres. Nuestro dolor y nuestra indignación, no son negociables. Hemos ganado y construido este espacio colectivo fundamental en nuestra exigencia por memoria, verdad y justicia y no daremos ni un paso atrás.

El Colectivo Híjar, partícipe de estos empeños, manifiesta su solidaridad con el FAML y con todas y cada una de las compañeras participantes de la Glorieta de las Mujeres que Luchan y exigimos al gobierno de la Ciudad de México respeto a nuestros símbolos, emblemas y espacios de lucha.

¡LA GLORIETA SE QUEDA! ¡VIVA LA RUTA POR LA MEMORIA!

Publicado originalmente en Colectivo Híjar

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