Antimafia social sin fronteras

LIBERA

La fuerza de la red

Libera

Cuando nos llamaron para decirnos de esta oportunidad, la oficina de vía IV Noviembre estaba llena de gente y los carros en el centro de Roma hacían de columna sonora al trabajo de cada uno de los hombres y mujeres de Libera, desde el primero hasta el séptimo piso del palacio confiscado a la Banda de la Magliana, el grupo criminal de Roma .

En un día como otros llegó esta oportunidad de compartir con el otro lado del mundo una maleta de veinte años de experiencias, luchas, éxitos y pérdidas.

Agradeciendo mucho del pensamiento y de la voluntad de querer un espejo desde la sociedad civil italiana sobre esta parte de camino asociativo, nos hemos preguntado sobretodo qué podía interesarle más al publico Latinoamericano, y en un rato hemos conectado la historia de Libera con las miles de historias que en estos años hemos encontrado en América Latina.

Libera es un “nosotros”, un proyecto que combina diferentes fuerzas, capacidades y recorridos de mucha gente. Es un conjunto de asociaciones, nombres y números que no son sólo de cantidad – mil 600 asociaciones, 4 mil 300 escuelas en red, más de 6 encuentros públicos cada día-, sino también de calidad, el alma misma de un compromiso que no puede ser sino plural. Este compromiso comienza desde lejos y desde abajo, después de las masacres de 1992-93, donde murieron por bombas también los jueces Falcone y Borsellino, y en Italia iba en curso el proceso Tangentopoli contra la mafia siciliana Cosa Nostra.

En ese tiempo, la sociedad civil comenzó a preguntarse cómo poder reaccionar a esta época de inestabilidad y de difusión masiva de hechos mafiosos, no dejando el trabajo de contraste sólo a las fuerzas armadas y a los jueces, que tienen la responsabilidad de cuidar a las personas y a los lugares persiguiendo la Justicia a través de la represión. Y viendo el deber de cuidar a las comunidades y el derecho de pensar en la justicia también como un Bien Común, los ciudadanos intentaron encontrar nuevas formas de lucha social.

Entre todos, un cura, Don Luigi Ciotti, que ya había fundado la organización Gruppo Abele (que se ocupa de ayudar a los pobres y a las víctimas de narcotráfico y de prostitución), propuso ver y compartir con otras organizaciones ya establecidas una nueva idea de cambio. El concepto era de no crear otra realidad asociativa más, sino reunir todas las organizaciones existentes en una red social de diferente composición y origen. El objetivo por eso no era encontrar realidades para pedirle apoyo, sino acordar un compromiso concreto de cada una para sus posibilidades y experiencias: como el joven que pueda ayudar con su pasión y fuerza de ideales, también la organización de protección de las victimas de usura, con su sabiduría de trabajo con las partes más débiles de la sociedad.

En esa visión se fundó “Libera. Asociaciones, nombres y números contra las mafias”, una red que se construye sobre tres “C”: capacidad, co-responsabilidad y contaminación. La necesidad de crear un sistema de buenas prácticas y no sólo un nuevo sujeto activo, fue de larga perspectiva en la percepción del fenómeno mafioso como un sistema complejo y no una simple organización criminal destacada de la realidad económico-social, que hace acuerdos con el mundo empresarial y compra al mundo institucional.

Al final “la mafia” no es sólo un problema de orden social sino un laberinto complicado de usos y traiciones, un “operar cotidiano” que se desarrolla en la vida de cada persona que esté involucrada en la “dinámica del barrio”, y que se trasmite a los varios niveles de relación que existen: desde el lenguaje hasta la costumbre, desde la música hasta el actuar entre hombres y mujeres. Por eso, poder cambiar la cultura significaba cancelar el sentido de resignación y darle a todos una opción de fe en el futuro.

Y este objetivo era tan grande que sólo una red organizada podía alcanzarlo. Lo primero que se hizo en efecto gracias a esta red fue de promover una acción política concreta, que se cumplió en la recogida de un millón de firmas para proponer una ley sobre la incautación de los bienes de los mafiosos (y en la propuesta también de los corruptos) y de su re-utilizo social, volviéndole esta riqueza a la sociedad civil.

Este Ley es la 109 del 1996 y representa el símbolo del rescate social a las mafias y la nueva oportunidad económica para quien trabaja en la legalidad y para la promoción social. Un símbolo que se transforma en poder real de ser parte del cambio de nuestro país a través de buenas y nuevas prácticas, donde no hay lugares para el hedor de la hipocresía.

Para su composición, Libera incluye diferentes sujetos: desde las cooperativas en los bienes incautados hasta las organizaciones nacionales que se ocupan de varios temas como medio ambiente, educación, derechos humanos, defensa y memoria de las víctimas.

Esta mezcolanza de diferentes sensibilidades y habilidades ha permitido una acción más eficaz y completa de la red, dándole un movimiento fluido a los procesos de avance de Libera, que no afrontan las cuestiones de manera separada sino reconstruyendo los vínculos entre las etapas y los sujetos involucrados en la multitud de las situaciones de actuar mafioso que encuentran. Muy importante en este trabajo es no olvidar la cadena de complicidades e intereses que se crean en el proceso ilegal y criminal de cada tipo, donde las víctimas son siempre las personas más afectadas.

Por eso el trabajo en red se dirige también hacia diferentes objetos, siendo el enfoque de Libera muy transversal y ocupándose de formación a todos los niveles. Dentro de Libera hay muchos sectores que se cruzan y colaboran, promoviendo diferentes actividades de lucha contra las mafias. Y girando para el palacio de vía IV Noviembre esto se percibe en los ruidos y los carteles que se ven en cada oficina, donde los colores y las frases de “buen vivir” son la esperanza para un futuro mejor.

Todo el trabajo comienza pero desde la Memoria, como instrumento para buscar la Verdad y la Justicia y no olvidar los miles que se murieron por las mafias, persiguiendo valores justos. Con la Memoria se une el Compromiso, de los miles de voluntarios y voluntarias que creen en este proyecto de libertad en toda Italia y en Europa. Porque no hay libertad si no hay Justicia social.

Hace veinte años, con palabras y acciones de mucha gente y realidades diferentes, se impulsó un camino en subida, basado en el intercambio de buenas prácticas y en batallas comunes para que cada singular voz pueda oírse bien en la fuerza de la Red. El encuentro demostró el instrumento más eficaz y la escucha que le consigue permitió y permite a Libera de envolverse paso a paso, enriqueciendo las oportunidades y de las dificultades también., haciendo del romper los esquemas injustos un nuevo modismo de actuar, denunciando antes y proponiendo después.

Libera intenta proponer modelos alternativos de vida,para que la alternativa se vaya creando desde abajo: si desde abajo se pueden construir conexiones, éstas se transformarán en un escudo único, con nodos de red siempre más fuertes, delante de quien tiene el poder de decidir. Y en este caso sí deben escucharnos, deben escuchar a la sociedad civil organizada. Porque la fuerza de la Red, la fuerza del «nosotros» es implacable y somos nosotros quienes tenemos que tomar el futuro en nuestras manos.

Libera. Asociaciones, nombres y números contra las mafias

Es una red italiana de la sociedad civil que lucha contra los sistemas mafiosos y la corrupcion a travès de la Memoria de las victimas y apoyo a sus familiares, de la promocion de una cultura de paz y legalidad, y del Compromiso para el re-utilizo social de los bienes encautados a los mafiosos. Contaremos de la belleza de experiencias concretas que hay en el proceso de cambio desde abajo, y de como la justicia de todos es libertad para cada uno, en Italia como en todo el mundo.

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