Para la Dra. Anne Johnson, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, la era del individuo como actor central debe terminar, y dar paso a formas distintas de convivir, habitar y actuar de cara al regreso a la ‘nueva normalidad’.

Así, se reducirían los riesgos a nuestra salud y se coadyuvaría “en la producción de un nuevo mundo más equitativo, con relaciones más horizontales y recíprocas entre los humanos, pero también entre los humanos y su entorno. Todos somos vulnerables, aunque algunos más que otros”.

Explicó que es una lección que se puede aprender de pueblos que tienen la experiencia histórica de haber pasado por epidemias y otros ‘apocalipsis’, biológicos y sociales. Aunque sería un reto, dijo, enfrentar a modelos hegemónicos que se han dedicado a depredar, vale la pena por el bien de todos.

“Sin el afán de romantizar ‘el conocimiento ancestral’, sí creo que el reconocimiento de los lazos entre humanos y no-humanos (animales, otros organismos, y hasta seres que no consideraríamos ‘orgánicos’) que prevalece en muchas comunidades indígenas nos permitiría reubicarnos en un mundo en el que la actividad humana, sobre todo la actividad ligada al sistema económico capitalista, ha hecho cada vez menos habitable”.

La creatividad como medio

La antropóloga afirmó que la crisis sanitaria por COVID-19 ha afectado los lazos sociales y aunque muchos han querido mantener los vínculos ‘normales’, es decir, a través de la presencia –lo que pone en riesgo la salud–, otros han hallado medios muy creativos para mantener sus relaciones sociales, fortalecerlas y hasta construir nuevas redes.

“En este contexto, la tecnología ha sido clave. Sin embargo, nuestra dependencia en estas tecnologías y el desigual acceso a ellas, también es un problema. Sin duda, cada vez habrá más innovación en el desarrollo de nuevas tecnologías, pero tendremos que vigilar mucho dos aspectos que pueden ser antagónicas: el acceso democrático a las tecnologías y el impacto ambiental del desarrollo y la operación de las mismas”.

La Dra. Johnson comentó que la confianza en el otro también es un problema, sobre todo cuando muchas personas parecen actuar sin pensar en el bienestar común; así como la fuerte desconfianza en los medios de información.

“Se requiere despolitizar la pandemia y buscar la forma de construir instituciones sociales sólidas y confiables que no se perciban como extensiones de una u otra ideología política. Para que haya confianza entre personas, sobre todo personas que no se conocen, debe de haber una conciencia compartida respecto al impacto que cada uno de nosotros tenemos en nuestro entorno y cómo nuestras acciones afectan a los demás”.

Recordar a quienes han combatido la pandemia

Finalmente, la especialista en Estudios Culturales por la Universidad de Texas, dijo que es importante reconocer y visibilizar a las personas que trabajan para combatir la pandemia, pero la “mejor manera de celebrar sus vidas es acatar a los medios sanitarios establecidos, en la medida de lo posible, para que sus sacrificios no sean en vano”.

Agregó: “Regresar a la ‘normalidad’ implica reconocer que no se trata de ‘derrotar al virus’. Es un momento que requiere mucha reflexión, mucho compromiso con la transformación de nuestras sociedades, pero también mucha esperanza. Decía Arundhati Roy que ‘la pandemia es un portal’, pero depende de nosotros definir hacia dónde”.

Este material se comparte con autorización de la IBERO