Antecedentes
El pasado 15 de noviembre se recibieron nueve ex funcionarios del gobierno de Evo Morales en la Embajada de México en Bolivia. Esto derivado del golpe de estado suave que se dio por la oposición y un líder militar en contra del entonces presidente Evo Morales. Para el día 26 de noviembre, el gobierno de facto ecuatoriano avisó a la Embajada de México en dicho país que cuatro de los asilados contaban con una orden de aprehensión. Es decir, transcurrieron once días entre un acontecimiento y el otro por lo que el gobierno mexicano ya había otorgado el asilo diplomático a dichos solicitantes. México decidió respetar –en cuanto a derecho internacional- el otorgamiento del asilo diplomático.
Recordemos que México gestionó todo lo necesario para sacar del país al mandatario boliviano en medio de la crisis política que se generó por las elecciones presidenciales en dicho país. Más allá de si hubo una dictadura Evo-Moralista y/o fraude electoral en el resultado, eso a México no le corresponde juzgar. Sé que hay opiniones encontradas y ambas con argumentos válidos pero no es el tema que hoy nos ocupa sino el análisis de lo que está ocurriendo actualmente.
Status actual
El 23 de diciembre aparecieron fuera de las instalaciones tanto de la Embajada como de la residencia oficial de México en Bolivia, aproximadamente 90 elementos entre civiles, policías y miembros del ejército. Algo totalmente inusual y fuera de contexto por lo que el gobierno mexicano estableció comunicación -entre cancillerías- para externarle su preocupación a lo cual no ha habido respuesta oficial. Lo que se sabe es lo que se ha dicho a la prensa como su Viceministro de Seguridad Ciudadana quien expresó que se exigió al gobierno mexicano poner a disposición de la justicia a varios de los exministros del gobierno anterior ya que no van a salir del país.
México presentará un recurso ante la Corte Penal Internacional con sede en La Haya, Holanda por violación al derecho internacional. Esta Corte es un tribunal de justicia internacional permanente cuya misión es juzgar a las personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, de guerra, de agresión y de lesa humanidad. Esto podrá ser hasta el lunes 6 de enero ya que actualmente están en receso decembrino. Específicamente se viola el Artículo 22 de la Convención de Viena de Relaciones Diplomáticas (1961) donde dice lo siguiente:
“1. Los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán
penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión. 2. El Estado receptor tiene la
obligación especial de adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales
de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión
o se atente contra su dignidad. 3. Los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes
situados en ellos, así como los medios de transporte de la misión, no podrán ser objeto de
ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución.”
Es decir, Bolivia no está respetando este instrumento jurídico internacional. Por lo que México pide que se respete la integridad de las instalaciones y de las personas que ocupan tanto la embajada como la residencia oficial.
Escenarios posibles
El clima político se encuentra sumamente tenso ya que el gobierno de facto boliviano quiere que el gobierno de México deje de dar asilo a cuatro de los nueve asilados para que los entregue a las autoridades bolivianas para ser juzgados en dicho país. Por lo que los escenarios viables que veo son:
- El gobierno boliviano se enfoca a sus elecciones internas y deja el hostigamiento hacia el gobierno de México.
- El hostigamiento continúa y esto se convierte en una batalla entre la diplomacia coercitiva, la cual es definida como el intento de conseguir una meta dentro de un estado para cambiar su comportamiento objetable, ya sea a través de la amenaza del uso de la fuerza o el uso real de limitada la fuerza; contra el poder suave que es la capacidad de conseguir que los demás hagan lo que uno quiere sin recurrir a la represión.
- México rompe relaciones diplomáticas con Bolivia por lo que retira –total o parcialmente- a su personal diplomático y lo mismo haría Bolivia con su personal diplomático.
El escenario más factible es el dos ya que el uno no le da capital político a Jeanine Añez para las próximas elecciones. El tres sería el más lamentable porque dejarían a su suerte a los nueve asilados y a diez mil mexicanos que viven en dicho país. Por lo que el escenario dos será el que veremos que transcurrirá en lo que avanza el caso en la Corte Penal Internacional y se da el diálogo político entre ambos países a través de los canales de comunicación correspondientes.
Así que veremos una batalla entre la diplomacia coercitiva versus el poder blanco, donde quedará muy mal el gobierno boliviano frente a la comunidad internacional. Y México fortalecerá su liderazgo en América Latina.
*Dra. Aribel Contreras Suárez, coordinadora de la Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales de la IBERO
Este material se comparte con autorización de la IBERO