La Corte Penal Internacional advierte a Israel de que está investigando posibles crímenes de guerra

El Salto

“Cualquier persona con una un misil cree que tiene poder, nosotros buscaremos de cerca sus responsabilidades para ver si estás han cumplido o no [las leyes internacionales]”, ha resaltado Karim Ahmad Khan.

Con tono solemne y aparentemente cansado, el fiscal general de la Corte Penal Internacional, Karim Ahmad Khan, compareció anoche en rueda de prensa para explicar qué está haciendo este organismo respecto a Palestina e Israel, y aprovechó el espacio comunicativo para poner algunos puntos sobre las íes: la ayuda humanitaria tiene que llegar —agua, comida, medicamentos— y todos los actos de violencia —bien sean llevados a cabo “con una pistola, un misil o un cohete”— sobre civiles u objetivos protegidos como hospitales, escuelas e iglesias serán investigados de acuerdo con las leyes internacionales en busca de “responsabilidades”. “Cualquier persona con una persona o con un misil cree que tiene poder, nosotros buscaremos de cerca sus responsabilidades para ver si estás han cumplido o no [las leyes internacionales]”, ha resaltado.

Sobre la ausencia de suministros y la atención médica que deben ofrecer los sanitarios en Gaza, comparó el sufrimiento que padecen algunos pacientes con el que se padecía en la edad media, algo que considera inasumible. “Los camiones no pueden estar parados donde no son necesarios”, insistió sobre la ayuda humanitaria que Israel y sus aliados bloquean en la entrada de la Franja de Gaza.

El fiscal expresó que está investigando lo que sucede en Palestina desde 2021, año en el que accedió al cargo y montó un equipo jurídico para abordar posibles crímenes en esta parte del mundo. “Ante la gravedad de la situación de ahora, creo que realmente es el momento de pedir que se aplique la ley, tenemos que actuar”, clamó. 

El fiscal general nombró el término “proporcionalidad”, la única palabra en la rueda de prensa que suscitó murmullos entre los presentes

Ahmad Khan habló de justicia —“de la que protege a los vulnerables, no de la teórica de los académicos”—, habló de religiones —de las que persiguen “la paz”—, nombró el término nacionalidades y recordó que los niños y niñas de Gaza “ya no están estudiando ni jugando al fútbol en el patio de la escuela”. Habló de rehenes y del ataque de Hamás, de lo que todo el mundo vio y del término “proporcionalidad”, la única palabra en la rueda de prensa que suscitó murmullos entre los presentes. No empleó el concepto genocidio. Leyó una hoja tras otra y no respondió a preguntas. Advirtió que, “aunque no hagamos comentarios en redes sociales”, tienen un vasto equipo jurídico para investigar las actuaciones de Israel en Gaza, y de Gaza en Israel.

El fiscal general no ha responsabilizado al ejército de Israel o al Gobierno de Netanyahu del bombardeo en el hospital de Gaza, donde murieron casi 500 personas, pero ha recordado que hospitales, escuelas e iglesias no se tocan, al ser espacios protegidos, “a no ser que se pierda la protección”, ha añadido también. “Escrutaremos todas las informaciones que recibamos al respecto”, ha indicado. Y ha alentado a organismos internacionales y ciudadanos a trasladar a la Corte Penal Internacional cualquier información relevante de la que dispongan. 

Publicado originalmente en El Salto Diario

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