Juchitán, Oaxaca. Ataviadas con su atuendo regional y con el único propósito de sumar acciones para resistir, un centenar de mujeres indígenas chinantecas, mixes, zapotecas y de la región de la Cuenca del Papaloapan se reunieron en el Encuentro Regional de Mujeres Indígenas, defensoras y comunitarias de los derechos humanos, en la comunidad mixe de María Lombardo, Oaxaca.
Honrar y agradecer a la madre tierra fue uno de los actos que dio inicio a este encuentro, que duró casi ocho horas y en donde reafirmaron que “la colectividad las hará libres”.
Organizado por la Asociación Civil “Mujeres Indígenas por Ciarena”, con el apoyo del Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Eliminar la violencia contra la Mujer de ONU Mujeres, este encuentro tuvo como objetivo intercambiar experiencias y generar propuestas para avanzar en la defensa de los derechos de las mujeres y niñas indígenas en el combate a las violencias con enfoque intercultural, en el ámbito rural, comunitario y familiar.
Silvia Pérez Yescas, Mujeres Indígenas por Ciarena, explicó que es una organización integrada por mujeres indígenas y no indígenas de diversas disciplinas. Entre sus ejes, indica, se encuentra “prevenir y atender situaciones de violencias que enfrentan las mujeres y niñas indígenas de las comunidades de San José Río Manso, Paso del Águila, Río Chiquito, San Jacobo y María Lombardo de Caso en Oaxaca”.
“Ciarena es un grupo de mujeres que se organizaron para intentar cambiar las realidades a las que se enfrentan, a través del fortalecimiento de capacidades a mujeres, niñas y jóvenes; promoviendo la autonomía económica de las mujeres indígenas a través de diversos proyectos; y buscando espacios de diálogo con tomadores de decisiones”, añadió la defensora.
Durante el encuentro, hubo un espacio en el que las mujeres tomaron la palabra y hablaron de lo que la pandemia les había dejado, pero no sólo a ellas, sino también a los suyos y al territorio. Sin romantizar la situación, recalcaron que la violencia se acrecentó tanto en el hogar como en la defensa del territorio.
En su participación, Rogelia González Luis, defensora binnizá y fundadora del Grupo de Mujeres 8 de Marzo, reafirmó el compromiso para las mujeres y dijo que hoy más que nunca es urgente la aplicación de las políticas públicas para erradicar la violencia.
Dijo que no en balde hay más de 700 feminicidios en lo que va de la administración de Alejandro Murat, y casi todos en la impunidad. Por ello, resaltó que en este tipo de encuentros también se sana y se reafirma la importancia de la colectividad.
Otra de las invitadas, la defensora guerrerense Hermelinda Tiburcio Cayetano reconoció el esfuerzo de Ciarena como una organización hermana de lucha que reflexiona y combate con el empoderamiento, sin recursos, pero con mucho esfuerzo la violencia contra las mujeres.
Celebró su presencia en este encuentro e invitó también a sus hermanas a seguir luchando para erradicar la violencia.
Durante el cierre, las asistentes reconocieron que este tipo de encuentros fortalece el vínculo entre todas las asistentes y organizaciones, donde se promueve el cumplimiento de la legislación estatal, nacional e internacional en materia de violencia de género, incluidos los convenios y tratados internacionales.
Es importante resaltar que por el trabajo colectivo que representa Ciarena, la organización recientemente fue galardonada con el premio Bartolomé de las Casas, como reconocimiento del gobierno de España al trabajo y esfuerzos de la organización, por la defensa de los derechos de las mujeres, niñas y jóvenes indígenas, así como los derechos de sus pueblos.
Oaxaca es la entidad número 15 de la República Mexicana donde se cometen más actos de violencia contra las mujeres y niñas y, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, perteneciente a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, actualmente ocupa el lugar número seis como una de las entidades en donde se han presentado mayor número de feminicidios.