En el contexto del desarrollo del neoliberalismo y como parte de los procesos de expansión espacial de la globalización, las migraciones internacionales han sido una de las expresiones de los procesos de desigualdad y exclusión social del capitalismo contemporáneo. Las movilidades transfronterizas de poblaciones extranjeras, no sólo acontecen a través de distintos países y bajo acentuadas condiciones de exclusión y violencia estatales y sociopolíticas, también son producidas debido a una serie de dinámicas de carácter macro de tipo económico como el incremento de la pobreza, el deterioro del aparato productivo a nivel internacional en los países de origen, la demanda de fuerza laboral en las cadenas globales de producción en el norte global, el deterioro de las condiciones materiales de vida en el sur global. No obstante, estas movilidades también son expresiones de las prácticas y estrategias de diversos sujetos sociales y poblaciones extranjeras para remontar adversas condiciones de vida en sus países de origen.
Desde la producción global y regional del conocimiento de algunas Ciencias Sociales sobre las migraciones, hay diversas disciplinas que, frecuentemente utilizando enfoques meso/macro (que minimizan la agencia individual y social), se han centrado en las condiciones histórico estructurales de corte material que expulsan poblaciones (Economía), las dinámicas de movilidad humana espacial transfronteriza de flujos -con sus respectivas características socioespaciales- (Demografía y Geografía), y el análisis del papel de los Estados nacionales -sobre todo de destino- en la recepción de las poblaciones extranjeras (Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales).
No obstante, dentro de estos estudios migratorios en diferentes regiones del mundo (América, Europa, África y Asia), son pocos los enfoques que se han centrado en los migrantes en su condición de sujetos sociales y con diferentes capacidades de acción y agencia (desde el uso de redes sociales, prácticas de apoyo y reciprocidad migrantes, hasta estrategias de invisibilizacion, acciones colectivas y formas de organización temporal -las caravanas-, dinámicas de visibilizacion mediática con fines de protección). A semejanza de los planteamientos de Abdelmalek Sayad y de la autonomía de las migraciones, hacen falta miradas críticas que se distancien de los lugares de neutralidad (apolítica) y de la torre de marfil de gran parte de la academia. Desde los andamiajes teórico disciplinarios propios es necesario trascender las relaciones de poder de la producción de conocimiento (y de su uso sociopolítico), y hacer ejercicios de posicionamiento que permitan profundizar el abordaje de las migraciones.
Dentro de este orden de ideas, Humanizando la deportación es el ejemplo de un proyecto que produce ejercicios de colaboración entre los sujetos sociales (los migrantes) y la academia, con fines de visibilizar estas poblaciones extranjeras irregularizadas y sus precarias condiciones de existencia. Se trata de un proyecto binacional (México/EUA), bilingüe, colaborativo, de carácter comunitario y cuyos resultados son de carácter público y libre acceso en Internet ( http://humanizandoladeportacion.ucdavis.edu/es/ ). El eje de este proyecto es la co-elaboración de narrativas desde los propios migrantes, de acuerdo a sus propias prioridades, lenguajes y anhelos. Se trata de una plataforma digital donde el centro son los migrantes, y particularmente sobre sus experiencias y sus motivaciones personales, familiares y colectivas. Entre otros temas, los propios migrante abordan la deportación (y sus consecuencias), la violencia en las fronteras, la separación familiar, el desarraigo, la adversidad, la criminalización, el control migratoria, pero también dinámicas de apoyo familiar y entre migrantes, los sueños y anhelos migrantes, entre otros.
Este tipo de proyectos muestran que es necesario (y posible) transitar hacia otras formas de crear, criticar, reelaborar y difundir conocimiento con fines sociales. Es un proyecto con, desde y para los sujetos sociales involucrados. Esto en el marco de contribuir a procesos que coadyuven a la mejoría de las condiciones de vida de los migrantes, así como a subvertir y contrarrestar las dinámicas sociopolíticas y económicas de exclusión y criminalización que los invisibilizan, marginan y violentan.