La casta siempre gana y la soberanía alimentaria en peligro

Federación Rural para la Producción y el Arraigo

Foto: Federación Rural

La Federación Rural denuncia cómo el plan de ajuste anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo, favorece a las empresas exportadoras concentradas y perjudica, directamente, a las familias campesinas. La devaluación y el ajuste implicarán el incremento de precios en servicios, insumos y alquileres de la tierra, la paralización de las obras en zonas rurales y una insuficiente ayuda social.

Las medidas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, de forma malintencionada y apelando al terror —y en concomitancia con el discurso de asunción del presidente Javier Milei, ocurrido hace solo 48 horas— confirman aquello que muchos denunciábamos: no se ajusta a los bancos, ni a los especuladores, ni a la bicicleta financiera, ni a los exportadores, ni a los dueños de las semillas, ni a los grandes comercializadoras. Nos ajustan a nosotros y nosotras, a los que trabajamos y tomamos transporte público, a los que las facturas de luz y agua le significan no solo un derecho humano sino un insumo necesario para la producción, a los que trabajamos de sol a sol para llegar a fin de mes.

La devaluación no solo hace más pobres a los pobres, también a aquellos que con su salario ahora no podrán comprar lo que sí podían hasta hace unas horas. Transfiere nuestros ingresos a los poderosos. Nos roban del bolsillo.

También tiene otro efecto: aumentan las ganancias de las empresas exportadoras concentradas, principalmente agropecuarias, que presionaron por esta medida. Por cada dólar, recibirán ahora más pesos.

La Casta siempre gana. Comunicado de la Federación Rural para la producciòn y el Arraigo después del anuncio del ministro de economía de las primeras medidas del gobierno de Javier Milei.
El ministro de Economía, Luis Caputo, en Casa Rosada. Foto: Télam

Como pequeños productores y familias rurales, los anuncios nos afectan directamente y profundizan una situación de emergencia que ya hace tiempo venimos atravesando:

  1. El aumento de la luz y la electricidad, insumos necesarios para nuestra producción, impactará sobre nuestros costos.
  2. Ya estábamos endeudados y la devaluación solo provocará que nuestras deudas se agiganten, poniendo en riesgo nuestro ciclo productivo.
  3. La compra de insumos y maquinarias, que ya era casi imposible para nosotros, al menos sufrirá aumentos de más del 100 por ciento.
  4. Los precios de los alquileres de la tierra se dispararán aún más fruto de la devaluación, ya que están atados al precio del dólar.
  5. El cierre de la obra pública afecta principalmente a las poblaciones rurales y al arraigo de nuestras familias. Allí donde el Estado llegaba, era porque el mercado no quería. Sin obra pública no hay caminos rurales, ni escuelas, ni luz, ni conectividad. Condenan a los pueblos rurales a la desaparición, y a las familias, a no acceder a servicios básicos.
  6. La apertura de importaciones pone en riesgo a las pequeñas empresas, emprendedores e industrias, arrastrando a la desocupación a miles y miles de trabajadores.
  7. El congelamiento del salario social complementario (Potenciar Trabajo) significa que no habrá aumentos que acompañen o le ganen a la inflación.
  8. Un aumento de la Asignación Universal por Hijo y de la Tarjeta Alimentar NO podrán compensar la devaluación/inflación. Millones de familias pasarán a la pobreza e incluso muchas más ampliarán el porcentaje de familias indigentes, aquellas que no pueden comer ni una vez al día.
La Casta siempre gana. Comunicado de la Federación Rural para la producciòn y el Arraigo después del anuncio del ministro de economía de las primeras medidas del gobierno de Javier Milei.
Imagen: captura del mensaje grabado del ministro de Economía, Luis Caputo.

La soberanía y seguridad alimentaria de millones de argentinos está en peligro y como productores y productoras de alimentos denunciamos el daño profundo que estas medidas le hacen a nuestra actividad.

Estas y otras consecuencias de las medidas que se anunciaron demuestran que el nuevo gobierno cumple con su palabra, quieren que sufran los de abajo y los que trabajamos, y ganar ellos, quienes concentran la riqueza y serán cada vez mas ricos.

Quienes producimos alimentos no nos quedaremos de brazos cruzados ante esta amenaza sobre nuestra actividad productiva y convocamos en cada pueblo, en cada zona, en todo el país, a cooperativas, productores, pymes, comerciantes y familias, a conformar Asambleas por la Alimentación, la Producción y el Arraigo.

Nuestro trabajo es el alimento del pueblo.

Publicado originalmente en Agencia Tierra Viva

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