La Autonomía Territorial Wampis

Leandro Bonecini de Almeida

Mucho antes de los referentes contemporáneos sobre la libre determinación o la autodeterminación de los pueblos, las milenarias naciones mal llamadas “indígenas” han practicado sus propias formas de gobierno, reproducción social, resolución de conflictos interétnicos y de frontera. Tal anterioridad ancestral al Estado nacional moderno es fundamental para el entendimiento del tema y del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis (GTANW).

En la cultura wampis se rememoran orgullosamente las luchas míticas y resistencias a los iwas, por la alianza con el mono-blanco (tsere), las guerras con los incas; las misiones de colonización españolas y la reducción cristiana; la expansión del Estado republicano y las industrias, como el caucho, la caza y venta de pieles de animales, el petroleo, la minería.

La guerra no es un fenómeno nuevo en la amazonía o en Iña Wampisti Nunke, concepto propio para el territorio integral de la Nación Wampis. Entre otros hechos, el asesinato de uno de los líderes históricos de la Nación Wampis – Sharian – fusilado en la base militar del Batallón de Infantería de Selva (BIS) “Callao” Nº 25, en la guarnición de Teniente Pinglo, todavía no se olvida ni perdona. No hay monumentos, ni juicio, hay la palabra y la memoria.

Tales resistencias a la dominación externa, desde las unidades familiares movilizadoras del poder comunal, permitieron también la incorporación de las instituciones de la educación y las instituciones de control. Hacer la guerra y la paz en el bosque exige un profundo conocimiento de los seres, sus sonidos, el transformarse en guerrero y sabios weimakus, canciones de poder anen y nampet, medicinas para el cuerpo y el espíritu, conocer los sueños y las visiones por medio de las plantas sagradas. Tal lucha se hace sobre la herencia de miles de años y generaciones que han heredado el bosque, como naturaleza apropiada y transformada en la relación con lo humano.

Podemos considerar el territorio complejo desde la suma de estas territorialidades histórica y conflictivamente constituidas: 1) El Estado y sus instituciones; 2) las fuerzas privadas – legales e/o ilegales – movilizadoras de mercancías y capitales; 3) las iglesias, ONGs y otras instituciones; 4) las y los comuneros de las comunidades wampis; el metabolismo y los seres agrupados indistintamente como “bosque”.

El asedio colonial

Hay diferentes oleadas del asedio colonial y del capitalismo en el territorio wampis, sobre todo la expansión del Estado moderno bajo repúblicas “independientes”, como la fundada en el Perú el 28 de julio de 1821. La identidad nacional generó la difusión de los discursos de la racialización de la nación, a la vez que significó la interiorización de las prácticas de control territorial.

En el período republicano se amplía aún más la industria de la minería, de las extracción de recursos naturales, del guano y del pescado costeño; la industria petrolera precoz empieza en el Perú a desarrollarse a partir de 1863 en la costa norte; 1939 en la selva central; 1971 en la selva norte; y 2004 en la selva sur peruana; el oleoducto Norperuano empieza a operar en entre los años 1976-1977, cruzando el territorio wampis, así como de otras naciones “indígenas”. Recientemente, la empresa petrolera Geopark, en el lote 64, no ha respetado el cierre de la circulación en el territorio wampis determinado por el Gobierno Autónomo durante la pandemia del Coronavirus/Covid-192, poniendo en riesgo su población.

Un tema central en la lucha política sobre las bases materiales radica en la soberanía alimentaria wampis, desde el sistema de cultivo ancestral y la chacra integral. Como se identificó en el primer autocenso realizado por el GTANW en territorio wampis, durante los meses de enero y febrero de 2020, hay un significativo cambio alimentario en el territorio, víveres son transportados por barcos cargueros en el Río Santiago y Morona, alimentos procesados y otros productos consumidos de manera generalizada: arroz, huevos de granja, aceite, azúcar, sal, fideos, avena, café, atún y pescados enlatados, galletas, golosinas variadas, gaseosas, jabones y shampoo, lava ropas y lejía, calzados, además de cebolla, papas y frutas producidas en otros territorios, como los mangos.

Este cambio cultural transforma la rutina y ha generado cambios en la relación de las personas con la base material y orgánica de los que les constituía como personas, la relación con otros seres, cultivados o colectados en el bosque y sus significados. Gradualmente se introduce una entidad ajena, fundamental en la economías occidentales y capitalistas: el dinero. El consumo de determinados bienes está condicionado al poseer dinero, y ello puede venir de variadas y simultaneas fuentes. Aún así, casi la totalidad de las y los encuestados contestaron ser recurrente el compartir de alimentos entre vecinos y parientes, aunque se note el cambio gradual de esta práctica.

En el Perú son reconocidos 55 grupos indígenas, en 47 familias lingüísticas o idiomas.La realización plena de una cultura no podrá estar limitada a consultas, sean ellas previas, informadas, dichas libres o no; ni tampoco a la declaración individual o colectiva de un discurso de etnicidad. La totalidad del universo wampis – sea incorporado o apropiado de los mundos occidentales – y las hibridizaciones resultantes abren un gran horizonte de posibilidades, en un sistema mundo moderno y colonial arbitrariamente desarrollado. La historia colonial en el continente ha dejado profundas marcas, mientras el estatuto de la ciudadanía se establecía desde las misiones, acosos militares, la educación etnocida y el patriotismo fronterizo.

El tiempo-agua largo de la memoria wampis les permitió instituir un gobierno propio. Tal cual el Estado y los gobiernos de turno se han constituido como estructuras formales – o mismo autogobiernos – de otras fracciones autonombradas como “sociedad nacional” en su generalización universalista. Desde los poderes del control territorial de las élites, las cuales arbitrariamente han expropiado tierras y territorios de otros para gobernándolas, poder inventar las instituciones de control y normalización del régimen de una nación monocultural. La invisibilización de los pueblos indígenas amazónicos es una constante de la colonialidad del poder.

Chacra y gobierno autónomo

Para las y los wampis gobernarse no es una necesidad de poder colonial, sino consecuencia de la vida en un territorio que se nombra desde el ser ancestral y moderno; sobre todo con el anuncio del peligro de la finitud del mundo, de un mundo conocido, por la destrucción del bosque y de la vida. La contaminación del agua, la tala del bosque, las minerías, monocultivos, explotaciones petroleras y gasíferas, tuberías, carreteras, tráfico de armas y municiones, drogas ilícitas, asedios religiosos, políticos, morales y de los medios de comunicación. ¿Pero que tienen estas cuestiones que ver con el autogobierno de las naciones indígenas? Decidir sobre la propia vida es un gran desafío al poder, desafían los destinos prescritos en el desarrollo ajeno, metidos en las prácticas y conocimientos durante incontables generaciones en la amazonía. La nación wampis ha dado un importante paso hacia la formación del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis (GTANW), camino que se abre a las naciones, Awajun, Shipibos, Shuar, entre otras inspiradas por la dignidad wampis. Se apropian de diferentes elementos del derecho ajeno, uso estratégico de los códigos jurídicos moderno de las sociedades occidentales.

La chacra integral es un pluriverso de seres en coexistencia, atendiendo a la alimentación y las necesidades de humanos y no humanos desde una gran diversidad de cultivos, formas, colores y sabores en tiempos largos de rotación en el manejo forestal transgeneracional de las purmas y las “bondades de la naturaleza”. Como autonomía, reside fuerte todavía la solidaridad en el repartir de los alimentos entre familias y vecinos. En las chacras wampis la autonomía empieza con el cultivo de varios seres: yuca, plátano, frijoles, piña, sandía, zapallo, caña de azúcar, camote, papaya, maní, cocona, sachapapa, aguaje), yarina, guava, caymito; entre otras, como papa-china, achiote, huito. La vitalidad y diversidad del bosque es esencial para la autonomía comunal y por consecuencia del gobierno autónomo. Las casas se construyen con maderas de palos duros de árboles más antiguas y resistentes; los techos de hojas de yarina doblada, trenzada y sobrepuestas pueden durar hasta treinta y cinco años.

El GTANW está organizado en una estructura formal con la Asamblea soberana, Uun Irumtramu, un gobierno ejecutivo central compuesto por el Pamuk, secretarios técnicos, Waisram de cada una de las cuencas, Kanus y Kankaim, ademas de trece directores de los sectores específicos, cada cual con su conjunto de agendas. El Código de Justicia Wampis (Ayumpum) está en elaboración, por medio de asambleas y consulta al consejo de sabios.

Hay un nivel de justicia comunal irreductible a la estructura del gobierno, bajo decisión de las asambleas comunales y sus autoridades, los iimarus. Se revisitan las prácticas de justicia ancestrales, algunas de ellas cuestionadas por el propio gobierno autónomo, en los casos de violaciones, asesinatos y acusaciones de brujería. O sea, la autonomía se establece en el balance de fuerzas internas – los poderes entre autoridades comunales y vínculos de parentesco ampliado en la región – y externos, desde las negociaciones con las escalas y instituciones del estado, capitales privados y agentes políticos de la sociedad civil nacional e internacional.

Uno de los desafíos del presente está en establecer las condiciones de reproducción material de las necesidades de las familias wampis, la resistencia al asedio de los capitales legales e ilegales de la expansión de la exploración capitalista. La construcción de las alternativas societales como la autonomía wampis nos demuestran su potencia en establecer límites para la destrucción de la vida en el bosque, en las montañas amazónicas, como el cerro sagrado de Kampankis, más allá de su territorio integral a partir de una perspectiva global desde la herencia ancestral wampis (iña undri – traducción propia) hacia el Tarimat Pujut (buen vivir).

-Para conocer más del proceso de autonomia wampis, les recomendamos las dos primeras ediciones del periódico Nakumak, del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis:

Vol. 1 – XII Cumbre de la Nación Wampis

Vol. 2 – Gobierno Wampis Declara el cierre total de las fronteras territoriales para prevenirse del Coronavirus/Covid-19

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