Ya estaba previsto que el Día de Reyes volvieran a las calles, después de haber sufrido la represión que el 23 de diciembre le rompió los ojos a todos. Los jubilados veracruzanos venían movilizados desde comienzos de diciembre de 2015, cuando les confirmaron que el Instituto de Pensiones del Estado (IPE) no tenía dinero para hacer frente al pago de las pensiones correspondientes al mes de Noviembre.
Tampoco lo tuvo para pagar Diciembre ni mucho menos para los aumentos que les adeudan desde enero de 2015, que ajustan las pensiones de los ex trabajadores del estado en igual proporción que se hace con los de la enseñanza. Esta última es retroactiva.
“La movilización fue positiva. Volvimos a montar un mitín frente al Palacio de Gobierno, en Xalapa. Lo que exigimos a esta altura es la destitución del Secretario de Gobierno, Flavino Díaz Alvarado y el juicio político a él, al Secretario de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegría y al gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa”, explicaron desde la Coalición de Pensionistas Independientes del Estado de Veracruz (Copipev).
Los jubilados han cosechado nutridas razones para un reclamo de tamaña dimensión: Ríos Alvarado ha sido el interlocutor que el gobierno del estado designó para lidiar con esta nueva crisis. El problema es que todos y cada uno de los acuerdos y minutas que el secretario firmó con los mayores, fue violada. También los acuerdos obtenidos de la Secretaría de Finanzas.
Por otro lado, el IPE está fundido. Fue vaciado. Según publicó la revista Proceso en Octubre de 2015: “La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene tasada la deuda pública de Veracruz en 44 mil millones de pesos, de los cuales 3 mil 500 millones fueron heredados por el ex – gobernador Miguel Alemán (accionista de Interjet). Fidel Herrera (actual cónsul en Barcelona y antecesor de Javier Duarte, actual gobernador) subió la deuda a 11 mil millones de pesos, pero en estos 57 meses de gobierno de Duarte los pasivos se dispararon a 44 mil millones.”
Los jubilados lo explican de manera más simple: “El IPE es la caja chica del gobierno de Veracruz.”
Y ahí llegan a Duarte: “No puede decir que no conoce el estado en que estaba la administración porque él fue el Secretario de Finanzas de Fidel Herrera, el gobernador anterior.”
Los jubilados señalan que el mecanismo utilizado fue hacer que todos los dineros públicos que se vuelcan a la entidad pasaran a ser administrados por la Secretaría de Finanzas. “La gente de aquí incluso le puso un nombre a ese mecanismo, que se instauró mediante un decreto en el comienzo de la administración Duarte. Le llaman ´la licuadora´, porque en la Secretaría de Finanzas se concentran todos los recursos federales y estatales y ya nadie sabe a dónde van, se licuan.”
El IPE no es el único que está sufriendo la crisis del vaciamiento y la falta de liquidez para funcionar. También el Seguro Social de los trabajadores del estado de Veracruz (SSTEEV) y la Universidad Veracruzana tambalean.
El problema entonces es que, habiendo transitado todas las instancias de negociación, de haber escuchado promesas y firmado compromisos, los jubilados ya no confían en las instancias de negociación con el gobierno.
“Ya no confiamos en este gobierno. Todos han fallado a su palabra, ya sea oral o escrita. Entonces, ¿para qué vamos a pasar horas y horas en sus oficinas, oyendo sus promesas, leyendo sus minutas que no se cumplen nunca? Desde que empezó la administración Duarte, mes a mes, nos han pagado con retraso. Eso es una violación a nuestros derechos fundamentales. Hay muchas pensiones que no superan los 3500 pesos. Imaginen alguien que dependen de ese dinero para las medicinas, para comer, para pagar la renta. Entras en una crisis de nervios y angustia cada mes, además de la económica.”
La vía que les queda es la calle. Descansarán un poco y dejarán descansar a la ciudadanía veracruzana, que ya ha dado muestras de solidaridad. Cuentan que al día siguiente de la represión del 23 de diciembre, un grupo de ciudadanos llamó a una movilización en repudio a los hechos: “fueron ciudadanos, sin partidos ni nada. Se concentraron en el mismo parque que nosotros, dijeron sus consignas. Creemos que todo Veracruz está solidarizado con este tema. Si había algo que le faltaba al gobierno del estado era atacar a los jubilados. Ya rebasó ese límite.”
Las distintas organizaciones de pensionados de Veracruz guardan fuerzas para una caravana hacia el Distrito Federal que confirmarán en los próximos días. Tienen planeado acudir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos a denunciar la situación que los ha volcado a las calles nuevamente.
Foto: Colectivo Voz Alterna
